Es un oficial inspector, que está preso desde febrero de 2019. En los próximos días cumple los dos años de detención, sin condena, y eso lo dejaba en condiciones de recuperar la libertad. Lo acusan de abusar de su joven desde que esta tenía 13 años.
Un juez dispuso extender la detención del policía sanjuanino acusado de violar a su hijastra adolescente y de acosarla con fotos y mensajes de textos de fuerte contenido sexual durante tres años. Es un oficial inspector que está preso desde febrero del 2019 y que espera el juicio en la Sala I de la Cámara en lo Penal y Correccional, al igual que su esposa -y madre de la víctima-, que es otra de las involucradas por el presunto delito de encubrimiento.
Con el propósito de preservar a la víctima, no se brindan las identidades de los dos acusados, pero se puede decir que las iniciales del oficial inspector son A. M., tiene 41 años y domicilio en Chimbas. El policía, que trabajaba en la comisaría de Calingasta, fue detenido el 24 de febrero del 2019 y en septiembre del mismo año fue procesado por el delito de abuso sexual con acceso carnal, agravado por su condición de guardador. Es que era el padrastro.
En los próximos días, el policía cumple dos años de detención y se vencen los plazos de la prisión preventiva. Y como todavía no se realizó el juicio en su contra y por lo tanto no pesa sobre él ninguna condena, existía la posibilidad de que obtuviera la libertad. Fue por eso que la fiscal de cámara Marcela Torres solicitó al tribunal de la Sala I de la Cámara en lo Penal y Correccional que prorrogue por un año más la prisión preventiva del acusado, tal como lo establece el Código Penal en causas complejas y por delitos graves. Así fue que el juez Martín Heredia Zaldo resolvió en estos días prorrogar la prisión preventiva contra el policía, aunque es inminente que el juicio se concrete en las próximas semanas.
El oficial de Policía está acusado de someter a su hijastra desde que ésta tenía 13 años. Actualmente, ella es mayor de edad. El caso empezó a investigarse en octubre de 2018 después de que la chica -a sus 16 años- contara a su novio, a la mamá de éste y a una amiga lo que estaba sufriendo por los abusos sexuales de su padrastro. La madre del novio hizo la denuncia. En aquella ocasión llevaron a declarar a la joven al Centro ANIVI, pero ella se desdijo y aseguró que mintió porque estaba enojada con el marido de su mamá.
Esto no convenció a nadie, porque el novio había mostrado capturas de pantallas del celular de la chica sobre el acoso que sufría por parte del policía. Además, persistía la sospecha que la madre la presionaba para que no hablara. A través de la Dirección de la Niñez, la adolescente luego fue separada de su familia y alojada en un hogar del Estado, dado que existían indicadores de que estaba en riesgo como consecuencia de maltratos en el hogar, autoagresiones y serios problemas de conducta. Estando allí, más contenida, fue que se animó a contar lo que padecía su casa.
A principio del 2019 fue llevada otra vez a Cámara Gesell y ahí reveló el drama que atravesaba desde los 13 años, edad en que su padrastro comenzó a manosearla, según declaró. Contó que a los 14 años fue violada. Y que el policía hizo lo mismo antes de su cumpleaños de 15 años, extorsionándola que si no accedía no invitaba a su novia a la fiesta. Por otro lado, relató que la acosaba mediante mensajes de textos, le mandaba fotos de contenido sexual o le pedía que le enviara fotos suyas desnuda. Además, aclaró que la primera vez que fue declarar negó todo porque su madre la golpeó y le exigió que no acusara a su pareja. Incluso la obligó a hacer desaparecer el celular para borrar toda evidencia contra el hombre. La excusa era que, sí caía preso, perdía el trabajo y toda la familia quedaba sin sustento.
En la investigación se reunieron pruebas como capturas de pantallas de los mensajes, una foto que el policía envió a la víctima y grabaciones de charlas en la que la chica confesaba que era presionada por su madre, según la causa judicial. También se adjuntaron los registros de las comunicaciones que mantenía el policía con la chica. Todo eso fue suficiente para procesar al oficial inspector por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la condición de guardador. La mamá de la joven fue procesada por el delito de encubrimiento, aunque sigue en libertad. Por esos delitos serán juzgados en las próximas semanas, lo que no quita que en el debate pidan cambios de las calificaciones y los acusen de delitos más graves.