El asado de un grupo de policías de la Comisaría 24ta de Rawson culminó en escándalo y con la remoción del jefe de la dependencia. El problema se suscitó a causa de que algunos de esos efectivos supuestamente se emborracharon y armaron un alboroto en el camping del CESAP, lo que motivó la intervención de otros jefes de la fuerza y personal de Control de Gestión, revelaron fuentes policiales.
El único que habría pagado las consecuencias del confuso episodio del martes último fue el jefe interino –el responsable está de licencia- de la seccional, un subcomisario de apellido Fajardo, quien fue relevado de su puesto y reemplazado por otro comisario, confirmaron en la Policía. Esto por disposición de la Jefatura, mientras que el personal de la Subsecretaría de Control de Gestión labró un acta e iniciaría un sumario administrativo contra el jefe policial. Se supone que también investigarán a sus subalternos.
Según se pudo averiguar, el personal de la Seccional 24ta se reunió el martes al mediodía a compartir un asado en el camping del CESAP. Todo iba a bien hasta que algunos de los policías –todos de civil- se pasaron de tragos empezaron a gritar y armaron alboroto en horas de la tarde, señalaron fuentes policiales. El encargado del camping se molestó por la situación, de modo que les reclamó y se generó un entredicho, explicaron.
En esa discusión, supuestamente una o dos mujeres policías que participaban de la reunión insultaron o trataron mal al encargado, según fuentes oficiales. Encima, cuando se retiraban del predio, dos de los vehículos en que andaban los policías chocaron, agregaron. Eso molestó más al responsable del predio, que llamó a la Central de Policía y se quejó por todo lo ocurrido, indicó un alto funcionario.
Al rato, un par de jefes policiales enviado desde la Central de Policía y personal de Control de Gestión fueron a ver qué pasaba. En el camping ya no había nadie, por lo que se trasladaron a la Comisaría 24ta. Lo que comentaron las fuentes fue que allí encontraron al jefe a cargo de la comisaría.
Una versión de la misma Policía decía que le sintieron olor a alcohol. Otras fuentes aseguraron que eso no es cierto, que el problema se generó porque el subcomisario se negó al control de alcoholemia mediante el uso de la pipeta y que entonces personal de Control de Gestión labró un acta para dejar sentada su actitud de no colaborar con el procedimiento interno.
Lo cuestión es que, en la mañana de este miércoles, separaron del cargo al jefe interino de la seccional por disposición de la Jefatura y pusieron a otro jefe policial en su lugar. Ahora hay que ver qué acciones tomará la Subsecretaría de Control de Gestión con este subcomisario y el resto del personal de la seccional.
(Fuente: Tiempo de San Juan)
