Luego de 33 días de investigación, el oficial principal Oscar Antonio Vanetti (41 años y 10 como tesorero); su esposa, la subcomisaria María Ivana Olivares (45), y la secretaria del efectivo, la cabo primero Carolina del Valle Tejada Montaño (41), fueron condenados por malversar fondos de la Policía de San Juan.
Vanetti estaba a cargo de la Tesorería de la fuerza y tras una denuncia, la Unidad Fiscal de Investigación de Delitos Especiales (representada por Iván Grassi) comprobó que había desviado una cifra superior al millón de pesos de las arcas públicas a cuentas suyas y que para ello contó con la complicidad de su esposa y su secretaria.
La investigación surgió el pasado 15 de abril cuando la subcontadora Soledad González descubrió una irregularidad tras firmarle una transferencia a Vanetti. En teoría era una más de las tantas que realizaban en la Tesorería y con fondos de la cuenta histórica de Adicionales de la Policía.
Al revisar las dos cuentas, la mujer detectó que el monto (280.000 pesos) era llamativo y le avisó a su superior, el contador Ricardo García.
Tras chequear la cuenta de destino descubrieron que pertenecía a la cabo primero Tejada y anularon la transferencia. Acto seguido, expusieron la irregularidad ante el jefe de Policía y el 23 de abril realizaron la denuncia en la UFI de Delitos Especiales, según quedó acreditado este miércoles en la audiencia realizada en el Sistema Acusatorio.
La posterior investigación arrojó que Vanetti había recibido en marzo, y en al menos dos ocasiones, transferencias desde la cuenta madre de la fuerza: una por 280.000 pesos y otra por 90.000 pesos.
La última, otra transferencia por 280.000 pesos, se vio frustrada cuando descubrieron la ilícita maniobra que intentaba concretar el jefe de la Tesorería. Desde diciembre hasta el momento de la denuncia detectaron transferencias irregulares y por distintos montos entre Vanetti, su esposa y Tejada.
Para el fiscal Grassi los roles de cada uno de los policías quedó acreditado: Vanetti fue el cabecilla de la operación y su esposa y su secretaria fueron claves para que desviara fondos de la Policía.
Acorralados por las evidencias en su contra, los tres imputados acordaron a través de sus defensas reconocer la autoría del delito de peculado, agravado por sus condiciones de funcionarios públicos, en un juicio abreviado.
El acuerdo entre las defensas y la Fiscalía fue homologado por la jueza de Garantías Gema Guerrero. Así, el extesorero policial recibió una pena de 3 años de prisión efectiva por considerarlo autor del delito de peculado (de 2 a 10 años de prisión) y deberá cumplirla en el Penal de Chimbas.
Sus cómplices la sacaron barata: tanto para Olivares como para Tejada les aplicaron un castigo de 2 años y 6 meses de cumplimiento condicional. Es decir, no irán presas y fueron puestas en libertad de inmediato. No obstante, los tres también fueron inhabilitados de por vida para ejercer cualquier cargo público.