Magui Olave: “Me quisieron hacer cantar cumbia, pero no”

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El viernes celebra 5 años con el cuarteto en Estadio del Centro. Su vínculo con su primo Ulises Bueno, su familia, los momentos más dramáticos de su vida y sus deseos artísticos en Confesiones en el Camarín.

Hace 5 años Magui Olave volvía a Córdoba de su estadía en Bélgica junto a su marido el jugador de River Matías Suárez y sus dos hijos.

Lo que iba a ser unas vacaciones por 15 días en ese país se convirtió en un proyecto de vida. Sus dos hijos nacieron allá y apenas volvieron todos a radicarse en Córdoba supo que su mayor deseo era volver a cantar, retomar su carrera y hacer un proyecto solista.

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El tiempo pasó, en el medio se mudó a Buenos Aires y este viernes festeja en el Estadio del Centro este quinto aniversario con el cuarteto. Aunque la logística es compleja asegura que ahora que vive en Capital Federal tiene más trabajo que cuando vivía en Córdoba: “En estos cinco años hicimos tantas cosas que parecen diez. Fueron muchos años de organización, de comprensión, de acostumbrar a los nenes que se hagan todo terreno. Viviendo en Córdoba era más fácil pero no tenía tanto trabajo como hoy”.

Sus comienzos fueron al lado de su primo Ulises Bueno, tocando en sus bailes con su propio repertorio. “Me costó muchísimos porque yo sabía que esa gente no había pagado una entrada para verme a mí. Había gente que me aceptaba y otra que me hacía seña de ‘andate’.  El tema de colgarse o ser ‘la prima de’, ‘la esposa de’ , por ahí cuesta, y por ahí no. Trato de marcar mi camino, de luchar por mis metas y de tener un estilo propio que es lo que más me ha costado en este tiempo”, cuenta. 

Si hay que marcar un momento dramático en la vida de los Olave y los Bueno es, sin duda,  la muerte de Rodrigo. Tan fuerte fue el impacto para ella que tuvo que dejar el colegio por dos años, agobiada de preguntas, acoso mediático y tristeza.

“Le pedí a mi mamá no ir a colegio pero le prometí que lo iba a terminar. Me recibí a los 18, pero en un secundario acelerado, y fui abanderada, de hecho. Le metí toda la pila”, dice entre risas. 

Si bien la tentaron muchas veces para incursionar en  la cumbia asegura que del cuarteto no se mueve, aunque podría hacer colaboraciones con otros artistas de otros géneros. Ahí aparece el nombre de Abel Pintos, como  “él” cantante con quien sueña hacer algo.

“¡Y con la Mona! Vengo intentando hace años hacer algo con él. En cualquier momento le toco la puerta a la Juana y le pregunto. Es un tema que tengo súper pendiente, todo el tiempo me da vuelta en la cabeza. Ojalá algún día se me de porque sé que lo voy a disfrutar mucho. La canción ya la tengo”, cuenta ilusionada de concretar ese sueño.

Fuente: Cuarteteando