En mayo, volverá a aplicarse una nueva actualización del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) que las petroleras trasladarán a los surtidores. En tanto, en San Juan, el consumo se mantiene a la baja y los estacioneros intentan mantener los empleos, en la expectativa sobre el comportamiento del mercado que ya mostró cambios.
«Se estima que el aumento sería del 4% y de acuerdo al esquema que se anunció, esta sería la última suma autorizada. Este escenario se complementa con una tendencia a la baja en el consumo que en San Juan se mantiene desde que inició el año. El descenso tocó el 25% y si bien estimamos que en marzo iba a repuntar, con el regreso de la actividad escolar y también el fin de vacaciones de trabajadores, no fue así. Para abril, que estamos cerrando, nuevamente habrá una baja en ventas», explicó Miguel Caruso, presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de San Juan, a Diario La Provincia SJ.
Más allá de la seguidilla de meses sin repunte, los empresarios no afectaron considerablemente a la planta de personal. «Se trató de contener a los trabajadores, por lo que no hubo un número importante de despidos. Además, la prestación plena de servicios requiere de los empleados capacitados y se buscó implementar promociones y descuentos para fomentar el consumo. Aunque haya una baja en las ventas, consideramos que podemos aguardar sobre cómo se comportará el escenario económico», dijo. Además, agregó que se cumplió con las actualizaciones salariales del sector.
En tanto, Caruso destacó que el consumidor sanjuanino migró sus preferencias a la hora de cargar combustibles por el impacto de los precios. «Para no dejar de movilizarse en sus vehículos, la tendencia marca una mayor demanda de naftas comunes. Y en cuanto a los medios de pago, la tarjeta de crédito es muy utilizada para cargas mayores o completas mientras que el efectivo se aprovecha para menores demandas», expresó.
(Fuente: Diario La Provincia)
