Santamarina, la “súper banda cordobesa” que fue furor en los 80

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Fueron un boom en los 80 y 90 y formaron parte de un movimiento que cambió el cuarteto, desde Chébere en adelante. Con la inclusión de coros femeninos, caños, guitarra eléctrica, batería y teclados modernos, Santamarina llegó para satisfacer la demanda de un público joven y diferenciarse del cuarteto tradicional que se escuchaba en la época. 

Después de un ensayo con público en Río Tercero, debutaron de manera oficial el 9 de enero de 1982 en el club Unión Eléctrica de Córdoba Capital. Carlos Botalló en teclados, Rubén Botalló en bajo, Coco Ferreyra en voz y Pachín Lutri en piano. Más adelante se sumaría en este instrumento el tercer hermano, Fernando Botalló. El primer disco se llamó «Ven conmigo a bailar»

«Nos hacíamos los rockeros, pensábamos que ibamos a destruir el mundo. Mandamos las fotos al sello y nos dijeron: ‘No muchachos, ustedes hacen cuarteto, tienen que hacer fotos coloridas y vestirse con camisas colorinches, uno al lado del otro’. No querían romper el estereotipo», aseguran hoy, a 40 años de ese momento. 

El primer éxito nacional lo logran con Socorro, que me muero de amor (1984), con Sergio Rivas como cantante. 

Pero sin dudas el vocalista que más perduró en la mente de los fans de Santamarina fue Julio Manzur, hoy conocido como el «Turco Julio», quien entró al grupo en 1985 después de su paso por Chébere y grabó más de 15 discos. 

«Julio fue muy resistido, cuando se enteraron que estaba por debutar nos llamaron dos productores muy conocidos y nos decían que estábamos locos por hacer esto. Nos costó dos discos imponerlo, los cuarteteros no lo aceptaban, era más baladista, pero en el 88 pegamos el golpe a nivel nacional», explica Rubén Botalló. Esto sucedió con el disco Súper Santamarina, que incluyó los éxitos Fría, muy fría Fugitiva

Desde ese momento, los empezaron a llamar de los programas del momento: Xuxa, Berugo Carámbula, Feliz Domingo. Sonaban en todos lados e hicieron shows multitudinarios, como en el Luna Park o en la cancha de Vélez. «Con nosotros dejó de ser que el dueño de la orquesta era el que tocaba el güiro, como antes», sostiene Carlos. 

Su fuerte estaba en una gran estructura de sonido, iluminación y vestuario, con una imagen más moderna.

En 1998, decidieron hacerse a un costado en el camino: «Sentimos que había llegado el fin del ciclo Santamarina«.

Tuvieron que pasar casi 20 años para que los hermanos Botalló vuelvan a los escenarios. Fue en 2017 cuando, empujados por comentarios nostálgicos del público en las redes sociales, decidieron volver. Y mientras se organizaban con el retorno, un productor los cruzó con David Bolzoni y les tiró la idea de hacer algo juntos. 

«Pensamos que la iba a dudar más, pero nos dijo, ‘ustedes son los Rolling Stone del cuarteto, cómo no voy a ir’, así que enseguida empezamos a trabajar juntos y nos fue muy bien», explica Carlos. En ese tiempo, grabaron una colaboración con Coki Ramírez, Adoro, que se convirtió en hit y hoy cuenta con casi cinco millones de visitas en YouTube. Pero la pandemia los volvió a frenar. 

En la actualidad, preparan un regreso con ganas renovadas después de este último parate. Hace meses trabajan con un nuevo cantante, con los éxitos de siempre y nuevas canciones que se suman. «Tenemos mucha energía, ahora lo disfrutamos el show más que antes».

(Cuarteteando)