Ángel “Negro” Videla: Será que no merezco tener una estatua

2026

-¿Cuál fue el último de todos tus amores?

-Ja. El mismo de la canción 25 rosas, está clavado eso.

-¿Actualmente enamorado?

-Por supuesto, enamorado de la música, como toda la vida.

-¿Pescás en Tinder?

-Nunca lo usé ni lo voy a usar, espero. Pero, bueno, uno siempre se desdice después de estas cosas, ja.

-¿Amor sin fidelidad?

-No sería amor.

-¿Te han perdonado y has perdonado infidelidades?

-He perdonado y me han perdonado, como corresponde.

-Tus padres eran pueblerinos. ¿Qué heredaste de cada uno?

-De ambos heredé el gusto por el campo, el verde, por estar bajo los árboles y con pájaros.

-¿Qué conservás del pibe de 5 años que iba a hamacarse a la plaza Alem?

-Todavía soy inocente en varias cosas y siento que eso me hace bien. Hago cosas de inmaduro, pero si no fuera así, no sería yo.

-Confesá: ¿es cierto que te disfrazabas de Carlos Santana?

-Sí, un día me disfrazaron para un video, con gorrito y todo. Es mi ídolo.

Ángel «Negro» Videla
Entrevista a Ángel “Negro” Videla, de cara a su autohomenaje: “Tengo ganas de seguir”
Ángel «Negro» Videla, un iluminado del cuarteto. (Gentileza Augusto Ramallo)
Ángel «Negro» Videla, un iluminado del cuarteto. (Gentileza Augusto Ramallo)
-¿Qué tenés de él además del bigote?

-Gustos musicales parecidos. Me encanta que una lo tropical con la balada y el rock, y el sonido único de su guitarra.

-¡Cómo engañás a los cordobeses! Te hacés el negro de barrio, pero tenés genes de Serbia y de Kosovo.

-No, no engaño. Amo a Córdoba, soy negro de barrio, pero cuando me hice el ADN de antepasados, mi viejo resultó venir de Serbia y de Kosovo. No sé cómo nació en San Pedro de Toyos, en el norte cordobés. Y la sangre de mi vieja es de Panamá, cerca de Rubén Blades, mi otro ídolo, ja.

-¡Cómo engañás a los cordobeses, parte dos! Te hacés el cuartetero, pero lo que te gusta es el jazz.

-No sólo el jazz, me gusta toda la música, la clásica, el tango, el folklore, la salsa. Trato de hacer todos esos géneros y trato que me salgan bien.

-¿Alguna vez sentiste que debiste haber nacido en el Caribe?

-Sí, tendría que haber nacido allá, pero lo bueno es haber nacido acá y traer música de allá, que es tan linda, y fusionarla. Lo que hacemos en el cuarteto desde que apareció Chébere y empecé a cantar.

-¿Por qué culpás a Heraldo Bossio de haberte hecho cuartetero?

-Ja. No, al maestro le agradecí siempre porque desde que tenía 3 o 4 años pasaba frente a su casa y me quedaba en la vereda a escucharlo.

-¿Qué fue lo más extraño que te arrojaron al escenario?

-Una querida paloma, en el Club Agraria, me hizo sus necesidades fisiológicas en el medio de la cabeza mientras cantaba con Chébere.

–¿Te has cansado de viajes y shows?

–No, el día que me canse voy a decir hasta aquí llegué. Pero me van a tener que seguir aguantando porque por ahora tengo mucha ganas de viajar y disfrutar del cariño de la gente.

-¿Por qué no hay una estatua tuya en el Buen Pastor?

-Será que no la merezco. Como tampoco merezco el reconocimiento artístico que da la Agencia Córdoba Cultura. Se lo han dado a un montón de músicos y de gente que seguramente habrá hecho más que yo por la música de la Córdoba, y será que para la gente del Gobierno no me lo merezco.

Además de renovar el cuarteto como miembro de Chébere, “el Negro” Videla se atribuye la creación del merenteto.
Ángel “Negro” Videla: Cantante se hace, no se nace
-¿Chébere fue lo más alto del cuarteto?

-Fuimos los que hicimos un giro de 180 grados en la música de Córdoba. Nadie se animaba a hacer más que lo que hacía el Cuarteto Leo desde 1943. Le agregamos instrumentos, coros, percusión, brass, guitarra eléctrica, le fuimos dando un toque distinto. Desde el ‘74 hasta ahora se sigue haciendo muy parecido.

-¿Cuáles son los músicos que más admiraste?

-Los Beatles, Piazzolla, Cuchi Leguizamón, Frank Sinatra, Julio Sosa… son innumerables.

-¿Algo te quedó pendiente en tu carrera?

-He tratado de cumplir algunos sueños, pero me siguen quedando muchísimos. Espero me dé el cuero y las ganas.

-¿Tu mejor amigo del cuarteto?

-Tengo muy muchos, si digo uno quedaría mal con otros.

–De todas tus canciones, ¿todavía seguís eligiendo tu versión del tango Los Mareados?

–Sí, sobre todos los arreglos, quedaron bárbaros. También una linda versión de Ella y el bar Sorocabana y el bolerito Cómo han pasado los años. Lo recomiendo.

-¿Una canción que te ponga la piel de gallina?

-Si me apurás, una que canto yo y nunca puedo terminar de cantar porque me hace un nudo en la garganta: Ese amigo que hoy necesito, de José Angel Trelles. Me compenetro, pienso mucho en mi papá y no puedo terminar de cantarla.

-¿La inteligencia artificial cada vez cantará mejor?

-Es un peligro. Ahora no sabés si la voz es de una persona o si la hicieron artificialmente. No me gusta eso.

-¿Cómo llevás el autotune?

-Bien pero lo uso casi nada. Retoco alguna cosita, por perfeccionista.

-¿Te gustan los traperos?

-Sí, pero desaparecen ahí nomás. Hay muchos y de un mes a otro ya no los recuerda nadie. Me gusta Joel, con quien grabamos Amor desafortunado, está hermosa la canción.

-Te llama Lana del Rey para que le produzcas un álbum de “covers”. ¿Dos canciones que le propondrías?

-Me gusta mucho Lana del Rey. Me encantaría que haga Ella camina chébere, a su manera. Y producirle un buen tango, tiene voz para eso.

-De los chicos jóvenes del cuarteto ¿cuáles disfrutás más?

-No tengo uno que disfrute, me gustaría otra onda para los chicos.

-¿El carisma alcanza para disimular una mala voz?

-Sí, ni lo dudes. Pero a algunos, la desafinación igual les pasa por encima.

-¿Desde qué edad usás Viagra?

-Empecé a usarlo antes de que lo inventaran.

-¿Cómo habría sido tu versión mujer?

-Muy rompepelotas e insoportable. Tendría 50 formas de romper los huevos, sería Chichita de Erquiaga.

-¿Por qué lloraste la última vez?

-Por la traición de unos amigos.

-¿Te gusta la marihuana?

-En mi vida probé ni probaré. No tomo alcohol, no fumo, me parece una pelotudez.

-Tenés que torturar a un enemigo con música a alto volumen. ¿Qué cantante elegís?

-Se lo pongo al Cheto, a full.

-¿Votaste y te arrepentiste?

-A Néstor Kirchner, me engañó como a un chico.

-¿Serías un buen dictador?

-No me gusta serlo, para nada.

-¿A quién vas a votar mañana para presidente?

-Está difícil, no sé cuál es el menos peor.

–¿Te has subido a “barcos de Insaurralde”, o has preferido declinar ese tipo de convites?

–No, nunca. A alguna lancha me habrá subido alguna vez, ja.

-¿Qué aprendiste en la pandemia?

-A valorar el trabajo, la música, la familia y un montón de cosas que uno no valoraba antes por darle más tiempo a cosas mínimas que uno creía importante.

-¿Cuál es el sentido de la vida?

-Vivir y agradecer que cada día estás con salud y podés hacer lo que querés, y tratar de cosechar amigos.

-¿Algo que no perdonarías jamás?

-Jamás perdono la traición de un amigo.

-Los cordobeses, ¿son un país aparte o solamente agrandados?

-Somos un país aparte en todo, en la música, en la política, en el fútbol, en todo.

(Fuente: La Voz)