Tunga-tunga electrónico: cómo es El digitalazo, el primer compilado de cuarteto digital

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Pablo Agustín Vallejos, conocido en el mundo de la electrónica underground como Rayador, resume en una sola frase el impacto social y cultural del cuarteto característico para quienes hemos nacido en esta parte del mundo.

“De una u otra manera, siempre estás relacionado con el cuarteto si sos cordobés. Le podés dar un poco más de bola o no, pero siempre está ahí, en nuestras vidas cotidianas”, sentencia. Villegas pinta su aldea con una definición que excede por mucho su caso particular, pero también hace referencia al origen de un proyecto definitivamente original.

Enmarcado en los 80 años del género, en junio, él y otros seis productores locales presentaron El digitalazo, un compilado de cuarteto digital en el que se pueden escuchar diferentes modos de acercamiento a la música más popular de Córdoba de la mano de las herramientas de la música electrónica.

OBJETIVO 1: UN SONIDO
“Yo hace bastante que vengo experimentando con la cumbia y con el folklore digital, que es algo que ya viene sonando desde hace más de 15 años” explica Vallejos, que a comienzos de la década pasada llegó a la cumbia pero a través de la música electrónica (en plena época de furor del dubstep).

En poco tiempo se fanatizó con ese tipo de mixturas y comenzó a experimentar con sonidos de uno u otro estilo como parte del mismo lienzo musical. “Cuando descubrí la cumbia digital, me voló la cabeza”, dice sobre el primer chispazo de un fuego que lo terminó vinculando con el cuarteto para darle un tinte más regional a esta búsqueda de fusión de estilos.

“Todos desde chicos tenemos un encuentro en mayor o menor medida con las músicas populares, como la cumbia o el cuarteto. En distintas partes del mundo, se venía haciendo esto de agarrar géneros populares de las distintas regiones y fusionarlos con los sonidos modernos y actuales. Consideraba que en Córdoba estaba faltando eso y me puse a experimentar la fusión, pero nunca me terminaba de cerrar”, cuenta sobre sus primeros acercamientos a este combo en potencia.

Aunque en 2015, y ya como Rayador, editó su primer experimento en forma de EP, El sabroso, la curiosidad y el interés lo llevaron a bucear en las profundidades de internet para encontrar más material de referencia. No fue fácil: si bien había ejemplos dispersos (el disco Cuartetronic, de Mattu Rock, o un remix de Third World Orchestra, de Jabón chiquito, de LBC), Vallejos no dio con un nicho específico en el que pudiera entremezclarse con otros interesados. Por eso decidió crearlo.

“Acá, como escena, no se había gestado nada”, asegura, al tiempo que recuerda las fiestas Switch o Random como espacios en los que ese tipo de diálogo entre estilos podía tener cobijo. El tiempo pasó y, en medio de la pandemia, Vallejos se encontró con el disco Post cuarteto, de Nicolás Garay (publicado como Una Cebolla), también miembro del Laboratorio de Cuarteto Digital, grupo que en mayo de 2022 abrió el show de “la Mona” Jiménez en el Obelisco porteño.

“Acá alguien le encontró la vuelta”, pensó Vallejos cuando escuchó por primera vez las siete canciones grabadas por Garay, quien se convirtió en la pierna ideal que el productor estaba buscando. “Nos pusimos a hablar, nos empezamos a pasar temas y ya pensamos en sacar algo. Ahí es cuando nació la idea de hacer un compilado”, reconstruye, además de sentenciar que ese material fue clave para su evolución musical y para sus ganas de darle entidad de movida propia a este tipo de aventuras sonoras.

“Tenía que reunir a la gente que encontré, la gente que en algún momento experimentó con esta fusión”, explica el productor, cuya intención inicial fue dar un paso más allá en la búsqueda de “establecer un sonido” que pueda ser abrazado por el concepto de cuarteto digital.

También, su objetivo era aglutinar en un mismo espacio a personas que hubieran experimentado con ese tipo de fusión en diferentes momentos, cada quien por su cuenta. “Siempre fueron proyectos de manera aislada. No había un punto de conexión entre ellos, entonces me parecía importante que todo se unificara en algún lado”.

Así surgió la idea de producir una primera selección de remixes, que incluye referencias a viejas gemas del tunga-tunga como Ando de borrachera, de Heraldo Bosio, o Llegan los marcianos, del Cuarteto de Oro, entre otros; o una versión “a tono” de De música ligera, de Soda Stereo. Entre los remezcladores están también Fede Flores, Danilo y Laureano Cantarutti (La Banda Canta) o Chelo Scotti.

“Lo sacamos para los 80 años del cuarteto, pero fue un proceso de más o menos dos años hasta poder redondearlo”, resume Vallejos sobre este mapeo inicial, que ya tiene su continuidad en pleno proceso. “Ahora ya estamos trabajando en el segundo volumen, con la diferencia de que en este caso van a ser todos temas originales”, aclara para lo que viene.

OBJETIVO 2: UNA FIESTA PROPIA
“La idea es retroalimentarnos para que todos podamos sacar EP y discos englobados en esta experimentación. Antes de fin de año, yo también voy a sacar un disco”, explica Vallejos, que además adelanta la intención de presentar en vivo y en directo El digitalazo.

“Queremos solidificar el sonido para que el paso siguiente sea hacer una fiesta”, comenta el productor. “La idea del compilado es llegar a generar un evento que reúna estas músicas populares fusionadas, con eje principal en el cuarteto”, destaca, mientras subraya la importancia del trabajo que vienen haciendo La Banda Canta o Laboratorio de Cuarteto Digital.

“Para mí el nombre engloba la unificación de distintos sonidos que fusionan géneros electrónicos con el cuarteto”, responde Vallejos cuando se le pregunta qué es, en definitiva, el cuarteto digital.

En ese sentido, la descripción de YouTube del compilado aporta un dato de color para nada menor. La mención al disco Tecnomona (Opus uno) -un álbum de reversiones del “Mandamás” editado en 1991- marca un antecedente central a la hora de pensar en las raíces de la fusión electrocuartetera.

“Eso quedó ahí en el momento en el que salió, como algo solitario. Si bien es la Mona, el mayor representante de la música cordobesa, quedó en algo aislado. Recién ahora lo he visto en algunos foros”, explica Vallejos. “Nosotros obviamente estamos encantados de ser un poco la continuación de esa exploración sonora”, precisa.

“Por ahí Nico, del Laboratorio, dice que hace más cuarteto digital porque él tiene una impronta mucho más cuartetera, donde siempre está el tunga-tunga. Después hay otros proyectos que se fusionan más con el techno, con el progressive o con el house, que nosotros llamamos cuarteto electrónico”, ilustra.

“Para englobar todo, hablamos de cuarteto digital –explica–, pero se trata de eso: experimentar con las herramientas que nos dan tanto el cuarteto como la electrónica y encontrar ahí un punto medio”.

(Fuente: Diario La Voz)