El motivo de la interna en UDAP

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La rivalidad interna entre los dos pesos pesados de la Unión Docente Agremiados Provinciales (Udap) repercutió en las negociaciones salariales docentes. La disputa escaló hasta límites aparentemente irreversibles. Por diferencias políticas, el sector de la secretaria General, Patricia Quiroga, entró en conflicto contra el secretario Adjunto, Damián Ocampo. Hay acusaciones graves, desde una «cama» a la líder sindical hasta supuestamente desoír la voluntad de los maestros. Los choques pueden dejar a dos dirigentes expulsados. Todo esto en el medio de la primera reunión paritaria en que participan.

Fuentes calificadas de Udap dieron a conocer cómo se originó la pelea que escaló en el plenario del martes pasado, previo a la décima reunión paritaria. La dirigencia del gremio destacó, en estricto off, que el origen está en el armado de la lista verde de Integración Docente, que ganó las elecciones en abril ante la lista celeste que encabezó el ex secretario General, Luis Lucero. Según dijeron, hubo un armado amplio y competitivo para triunfar en los comicios, pero los integrantes «no tenían contacto» anteriormente ni tampoco conocían sus procedencias partidarias u organizacionales. «Ni siquiera teníamos padrones y fuimos preguntando quiénes eran afiliados que pudieran estar en la lista», comentaron.

Así se conocieron las partes, que en ese momento construyeron y ahora rivalizan. Quiroga -acompañada por su mano derecha, la actual primera vocal del sindicato, Silvia Pelletier- arrancó con reuniones en la sede de la Asociación de Docentes, Investigadores y Creadores de la Universidad Nacional de San Juan (Adicus) porque Ocampo -que era socio- consiguió que le prestaran las instalaciones durante la semana. Así fueron encontrándose con otros alfiles, entre ellos, la ahora secretaria Gremial, Carina Lobos.

La rivalidad. Quiroga con Damián Ocampo.

La rivalidad. Quiroga con Damián Ocampo.

Ocampo pertenecía a la agrupación Causa Docente, ligada al Partido del Trabajo y el Pueblo, que en las últimas elecciones apoyó al frente San Juan Vuelve. Mientras que Quiroga y Pelletier militaron de forma estricta en organizaciones de maestros independientes y acompañaron eventualmente a Luis Lucero en su mandato para luego pegar el portazo y debilitar la lista celeste. Pese a las diferencias ideológicas, conformaron la lista y ganaron la conducción del principal sindicato docente sanjuanino con más de 5.000 afiliados. Sobrevino lo conocido, asumieron el 12 de junio con un discurso de unidad y pusieron la lupa en las presuntas irregularidades de la gestión anterior. «Tenemos muchísimas deudas», dijo la mujer en ese momento.

Las fuentes calificadas del sindicato indicaron que la situación se vivió «con normalidad» hasta el plenario del martes de esta semana en el camping de Udap en La Bebida, en Rivadavia. Las versiones son opuestas. Desde el sector de Quiroga sostuvieron que hubo mala fe del binomio Ocampo y Lobos. La mesa paritaria gremial debatió la propuesta gubernamental y pidió la decisión de las bases, que se expresa en votos que reciben los delegados, que a su vez giran los datos a la secretaria Gremial, que es la única que tiene potestad de contarlos y dar la información a la Secretaría General.

En la transmisión de la información de los mandatos es donde se bifurcan las interpretaciones. Por un lado, Quiroga dijo textual: «Cuando hicimos los mandatos le pregunté a mi adjunto (Damián Ocampo) cómo fueron los cómputos y hubo un rechazo del 60 por ciento entre afiliados y no afiliados. Luego, en la paritaria anterior, contamos la cantidad de afiliados y ellos aceptaron la propuesta oficial, sin embargo, hoy decidimos ver si únicamente íbamos a contabilizar a los afiliados o también a los no afiliados. Por amplia mayoría salió tener en cuenta la decisión de los afiliados y nos quedábamos con lo que dijimos en la paritaria, pero después de que votaron se acercó la secretaria Gremial hasta nuestra mesa y nos dijo que el dato era erróneo, ya que no habían aceptado los afiliados».

La mujer expresó: «Quiero creer que hubo un error y que llegaron a destiempo los mandatos, pero igual la secretaria Gremial me lo podría haber dicho antes». Ese «error» de comunicación aparejó que la discusión salarial con el Ministerio de Hacienda de la provincia no prosperara, pese a las mejoras en la oferta del Ejecutivo. El conflicto escaló en el plenario del día siguiente, el miércoles, nuevamente en el camping, cuando se vieron las caras. Porque Ocampo la acusó de «mentirosa» en Radio Sarmiento. «Estamos quedando como ridículos y que faltamos a nuestra palabra. Dijimos que veníamos a hacer algo diferente y terminamos manipulando y ocultando información», declaró ante los micrófonos.

La discusión de fondo está en si fue algo planeado o si realmente fue un error. Los alfiles de Quiroga dicen que fue adrede. «Si no se daba cuenta, iba engañada a la paritaria, aceptaba la oferta y quedaba mal parada en el sindicato», dijeron. Y creen que Ocampo lo hizo a propósito para debitarla. «Él es el segundo y queda al frente si a ella le hacen una revisión interna o si renuncia», advirtieron.

Por eso, Ocampo y Lobos serán investigados por una comisión de disciplina. Incluso, la secretaria Gremial ya no estará sola para contar los mandatos, sino que ahora tendrá controles externos para que no haya errores. En resumen, «se perdió la confianza», dijo Quiroga. Del lado del acusado por la «cama», Ocampo ya dijo que se ve «expulsado», pero que lo van a tener que echar, que no se va a ir.