Monada, el “bicho raro” del cuarteto cordobés: “Buscamos nuestra propia fórmula”

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El grupo, que será uno de los teloneros de “La Mona” Jiménez en el Kempes, acaba de editar su décimo disco y va por más. La palabra de Lucas Ninci, su principal compositor.

Cuando Lucas Ninci atiende el Zoom que lo conecta para esta entrevista con VOS, se nota que está de vacaciones. En algún lugar del Caribe, el compositor y músico de Monada se prepara para un día de playa y algo de navegación, pero cuando hay que hablar del flamante décimo álbum de estudio de la banda cuartetera que protagoniza junto a sus hermanos Juanito y Agustín, el chip cambia automáticamente.

“Planificamos el disco para que salga justo en el momento en el que nos vamos de vacaciones”, explica sobre la trastienda del lanzamiento de Temporada 11, mientras aclara el objetivo de esta decisión: “Para que ya volvamos con la gente habiéndolo escuchado un poquito sin que nosotros estemos dentro de la gira mágica y misteriosa en la que estamos siempre”.

Es que esa metáfora beatlera podría definir a la inmensa mayoría de las semanas que vive Monada. Además de su clásico de martes en la Sala del Rey, la banda completa una agenda nutrida y por momentos extenuante con actuaciones en diferentes puntos de Córdoba y el país. Pero pese al trajín no apto para cualquiera, el grupo de los hermanos Ninci se las arregla para producir material nuevo de manera casi cotidiana.

De hecho, ese es uno de sus principales argumentos a la hora de hablar de identidad característica. Dentro del cuarteto, son uno de los pocos grupos que trabajan con mayoría de material propio. Y en Temporada 11, todas las canciones incluidas surgieron en el seno de la banda. Apenas la punta del iceberg de un proyecto que ha logrado meterse en el corazón del público cuartetero sin perder esa chispa propia que los distingue del común denominador del género.

Sobre el álbum que anuncia la llegada del decimoprimer año de vida del grupo fundado en 2012, Ninci cuenta que su título esclarece el sentir de tres músicos que, lejos de quedarse en la comodidad de un aniversario redondo, siguen pensando en lo que viene.

“Significa que nosotros no queremos ponernos a festejar esos 10 años sino que queremos encarar para adelante la temporada 11, y eso en sí mismo es el mensaje que quiere transmitir el disco”, explica el tecladista. “Nosotros nos sentimos superjóvenes. De hecho, nos agarra en medio de un comenzar de nuevo pospandemia”, sostiene el músico.

“No nos sentimos en un momento como para ponernos a hacer un balance. Estamos muy concentrados en lo que viene, en lo que queremos seguir diciendo. Temporada 11 nos agarra con un montón de energía nueva”, sintetiza Ninci, que además liga el trabajo que viene realizando Monada con lo hecho previamente en forma de banda punk, cuando los tres hermanos formaban 250 Centavos. “Yo no trazo una línea entre los dos proyectos, porque de última somos nosotros tres juntos haciendo música”, define sin vueltas.

Esa visión está íntimamente ligada a otra característica que destaca a Monada dentro del ambiente cuartetero, y que se exhibe directamente en las canciones de Temporada 11. Además del género cordobés por excelencia, allí pueden encontrarse fragmentos de cumbia, merengue, balada, guaracha y hasta toques de electrónica. “Lo de fusionar géneros nace naturalmente en nosotros, de manera muy orgánica”, explica Ninci, aunque si se lo escucha se entiende que no hay demasiado para argumentar en un grupo que ha hecho de la música su oficio de tiempo completo.

“Hemos tocado música de todo tipo. Venimos del rock, yo antes de eso toqué como 10 años folklore, anduvimos por Buenos Aires. Siempre hemos sido muy curiosos con la música, en nuestras playlist hay de todo. Necesariamente, esa apertura de estilos termina siendo parte de la música de Monada. La fusión nace así lo hagamos con una orquesta sinfónica o con la formación chica. Siempre existe”, resume.

IDENTIDAD PROPIA
Según cuenta Ninci, ese perfil distintivo que hoy hace que Monada pueda tocar en un Cosquín Rock (estuvieron allí en 2022) y a la vez sumarse al “baile más grande del universo” que dará “La Mona” Jiménez en mayo, es algo que terminó de consolidarse a partir de la pandemia, pero que tiene que ver con la curiosidad innata de los tres hermanos. Por eso también el grupo decidió editar Temporada 11 con un video largo en YouTube y como un disco entero, a la inversa de lo hecho con Revolución (de 2022), que fue lanzado en el formato “tema por tema”.

“Somos nuevitos siendo independientes en esta industria y vamos aprendiendo cosas todo el tiempo”, acota el también productor a la hora de describir el método de “ensayo y error” que propone el grupo como modus operandi natural.

–Hacen cuarteto pero desde la independencia y con sello autoral propio. ¿Buscan conscientemente ser algo distinto a lo que abunda en el género?

–Lo que definimos por ahí es abrir o cerrar la puerta de ciertas libertades que nosotros elegimos tener en nuestra música o en nuestra propuesta. Somos independientes, hacemos canciones propias. Somos de alguna manera como un bicho raro. La fórmula que tienen los demás no nos funciona a nosotros como dinámica grupal. Nosotros buscamos constantemente nuestra propia fórmula y es como las cosas nos han salido mejor, es como nosotros hemos ido captando el público de una manera más positiva. De un tiempo a esta parte decidimos montarnos arriba de nuestras canciones y mostrarlas. Y es lo que mejor resultado nos dio. Vamos jugando con las posibilidades que nos da el sistema.

–Este año se sacaron la espina del Cosquín Cuarteto después los problemas técnicos de 2022 y ahora, con nuevo disco, se suman al baile de “La Mona” en el Kempes. Arrancó a full la “Temporada 11” …

–El aval del Mandamás es regroso, de esas cosas hermosas que te pasan en la vida, y más para una banda que se llama Monada. Al principio, hasta que nos hicimos un nombre, mucha gente pensaba que éramos una banda tributo a La Mona, y ese aval nos lleva a sentir que vamos por un buen camino sobre las cosas que pensamos o estamos haciendo. Sobre el Cosquín Cuarteto, el primero, si bien fue difícil, también nos acercó a muchísima gente. El segundo confirmó que sabemos tocar los instrumentos, que nos estaba pasando algo técnico (risas), que no éramos horribles y nos subimos a ese escenario de casualidad. El recibimiento del primero fue muy emocionante. No me tocó vivirlo esa noche lamentablemente, lo vi después, pero me contaba Vane Ludueña de Radio Popular que no sólo la gente cantaba “Monada, Monada”, los periodistas o la gente del staff también. Lo digo y se me pone la piel de gallina (risas). El segundo fue ratificar el buen momento de la banda. Nosotros queríamos subir a ese escenario a cantar todas canciones nuestras y lo logramos. La gente nos recibió superbién y las cantó. La verdad que los dos Cosquín Cuarteto fueron momentos mágicos, muy diferentes. El último, alucinante, así que sí, empezó el año con todo. Y ahora con La Mona va a haber 40 mil personas, ¡no lo podemos creer! Y seguimos en marcha con esta temporada 11 de cosas que nos pasan. Sigue siendo todo auspicioso, sigue habiendo un horizonte que está mortal, que está lindo para seguir en el barquito remando.

–Para nosotros fue lo más natural seguir haciendo nuestras canciones. Hemos construido nuestra propia oficina. Era nuestra casa, nos fuimos todos a vivir a otro lado y se transformó en nuestra oficina. Vamos todos los días a laburar, a hacer canciones, a producir, a grabar ideas. Es lo más importante de nuestras vidas, y nos tomamos mucho el compromiso de seguir creando. Yo creo que esa mística con la gente se generó a través de eso. El cuarteto está necesitando compositores, el cuarteto necesita gente que quiera decir cosas, que escriba. Está necesitando que los artistas se animen a escribir sus canciones. Hay una zona de confort que el cuarteto atraviesa en algunos momentos que no está tan buena a nivel creativo y compositivo. Quizás estoy equivocado, pero ese es el mensaje que nosotros transmitimos. Y lo que la gente recibe es eso. Yo creo que a la gente le gusta ir a ver una banda que trabaja para ellos, que los quiere, que les quiere dar siempre lo mejor, que labura para darle una canción que toque sus fibras, para emocionarlos y para hacerlos felices.

(Fuente: La Voz del Interior)