Claudio Zin, candidato para diputado de Italia: “Vamos a defender el derecho de que la ciudadanía sea transmitida sin ninguna limitación”

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Las elecciones para renovar el Parlamento Italiano ya empezaron en la Argentina, donde aquellos que tengan la ciudadanía de ese país europeo y figuren en el padrón pueden votar hasta el 21 de septiembre por sus representantes en Roma, a través de un proceso que se realiza por correspondencia.

Uno de los candidatos en estos comicios, que son anticipados debido a la renuncia del ahora ex primer ministro Mario Draghi, es el doctor Claudio Zin, que buscará llegar a la Cámara de Diputados de esa nación por el partido Movimiento Asociativo de Italianos en el Extranjero (MAIE). El médico estuvo en los estudios de Infobae junto al presidente de ese espacio y actual senador italiano, Ricardo Merlo.

Durante la entrevista, ambos coincidieron en las dificultades que existen para realizar trámites consulares y prometieron que si la fuerza consigue mantener sus bancas, van a “defender el derecho de que la ciudadanía sea transmitida sin ningún tipo de limitación, también por las mujeres”, y de que los beneficios sociales previstos por la constitución de ese país se apliquen “a quienes viven en el extranjero”.

-Doctor Zin, usted es médico, nacido en Bolzano, una región de Italia ubicada en los Alpes, con mucha influencia alemana. ¿Cómo fue su infancia allí?

-Nací en Bolzano, que es una provincia que forma parte de la región italiana del Tiroll, que fue imperio Austrohúngaro hasta 1928 y después, con la división de los territorios, quedó en manos de Italia, afortunadamente. Es una región que tiene dos lenguas, la italiana y la alemana. Mi papá trabajaba allí en la Fiat, lo trasladaron a la Argentina, donde estuvimos hasta 1960, cuando volvimos a Italia. La situación en Italia no era muy buena y mi padre decidió volver acá. Todo esto lo cuento para que vean que hoy un chico de 15 o 16 años elige cosas, pero en mi época no podías elegir, éramos migrantes obligados porque nuestros padres no nos preguntaban. Hoy te sentás con tus hijos y elaborás un proyecto de vida. En aquel momento, el pater familias era el que indicaba lo que había que hacer, ahora las cosas han cambiado, afortunadamente.

Al volver, en 1960, retomé todos mis recuerdos de la infancia: la nieve, las montañas, el lugar, que es un encanto, porque Bolzano debe ser una de las mejores ciudades de Italia, sin duda alguna. Yo amo profundamente Italia, la conozco, estuve seis años en Roma, la recorrí toda y la verdad es que no hay rincón en Italia que no tenga una historia, algo que recordar o algo que añorar, porque Italia se recuerda y se añora. Es un museo a cielo abierto, en Sicilia, en Roma, en todos lados hay monumentos y es parte de la historia universal. Cuando uno pisa Italia y la recorre, se da cuenta de que la historia occidental nació ahí. Roma tomó lo mejor de Grecia, de Atenas, en particular, y lo convirtió en una especie de gran cultura universal, y cada territorio que conquistaba iba incorporando la cultura romana, y la verdad es que construyó parte del mundo, y esto se nota, se ve. No hay más que ir y pasear por ahí para darse cuenta de que ese fue el centro de la tierra.

-¿Cómo es el proceso de votación aquí en la Argentina? Para aquel que vota por primera vez.

-Lo primero que tiene que hacer es recibir el sobre, abrirlo, y en él va a encontrar dos fichas, dos boletas, una marrón, que es para diputados, y otra verde, que es para senadores. Lo que uno tiene que hacer es poner una “x” sobre el logo del partido que elija. Supongamos, en el caso de los diputados: en esta boleta marrón el primer símbolo que aparece es el del MAIE, porque así salió por sorteo, entonces hay que hacer una cruz sobre el MAIE y después hay tres renglones, en uno de los cuales tiene que poner el apellido, o el nombre y apellido, del candidato, porque se vota por preferencia. Lo mismo en la boleta para senadores. El MAIE ahí está cuarto. No hace falta llenar todos los renglones, se puede poner uno solo. Después, esas boletas se pliegan una vez más, se ponen en un sobre blanco, pequeño, que no tenga ninguna inscripción, se cierra, y junto con el instructivo hay un formulario, hay que cortar la parte inferior de ese talonario, se dobla y se pone en el sobre blanco tanto las boletas electorales como el talonario, con respuestas postales pagas. Eso se lleva a cualquier sucursal o buzón del Correo Argentino.

-¿Qué sucede si la persona no recibió el sobre?

-Puede reclamar. Si no lo recibió puede que sea porque no está inscripto en el padrón, pero si está inscripto y no lo recibe antes del 15 o 16 de septiembre, puede ir a reclamarlo al consulado que le corresponda por zona. Hay nueve consulados en la Argentina. Y tienen tiempo de entregarlo ya completo hasta el 21 de septiembre, por correo, o hasta el 22, si lo lleva al consulado. El 25 se vota, el 28 se saben los resultados y, eventualmente, asumiré el 13 de octubre.

-¿Cómo ve a la comunidad italiana en la Argentina, que es la más grande en el exterior?

-La veo siempre muy comprometida, porque además de ser la más grande, es siempre la que más vota. Tenemos una tasa de participación que se acerca al 30%. Hay cerca de 780 mil electores y el 30% de ellos es una cantidad importante, sobre un millón y monedas que hay en toda América Meridional. Es una colectividad que participa, que tiene inquietudes por Italia. Hoy, Italia es la puerta de entrada a Europa para muchos. El pasaporte italiano o la ciudadanía permiten una movilidad en el mundo muy particular, derriba barreras. No solo por eso se es italiano, se es italiano por la historia, por las raíces, por el abuelo, por el bisabuelo, por la pasta, por el Made in Italy, por la Ferrari, por la Fórmula Uno, por el calcio, por lo que usted quiera, pero cuando una piensa por qué es italiano, siempre aparecen tres o cuatro argumentos para serlo, y eso compromete, y compromete con el voto, también. Sigue habiendo movimiento en las asociaciones. Yo soy director de una especie de gran consejo de italianos en el exterior de la Universidad de Buenos Aires y sus contactos con las universidades italianas, se llama Centro Italo-Argentino de Altos Estudios. Eso significa también un movimiento de universitarios, de profesores, de investigadores, de alumnos de intercambio, porque es la base para sustentar al nuevo asociacionismo.

-Uno de los cuestionamientos más recurrentes por parte de los descendientes de italianos es la espera de un turno para conseguir la ciudadanía. ¿Qué se puede hacer desde el Parlamento para facilitar este trámite?

-Se puede hacer algo si hay voluntad. Los países parlamentarios se manejan por mayorías. Intentaremos hacer alianzas para formar parte de una mayoría y conseguir esto, porque no es que uno va al Parlamento Italiano, se sienta en una banca y se queda ahí a ver qué pasa, hay que empezar a negociar con los partidos que saquen la mayor cantidad de votos para ver cómo podemos asociarnos con ellos para conseguir lo que queremos para los italianos en el exterior. Por ejemplo, para el ministro Draghi los italianos en el exterior no existieron. Esa fue una decisión del primer ministro, pero su mayoría parlamentaria se hizo también eco de esto y no respondió ninguna de nuestras propuestas. Intentaremos que el próximo gobierno los tenga en cuenta.

-España está debatiendo una ley para la flexibilización de sus trámites para la ciudadanía. Senador Merlo, ¿Italia podría avanzar con una iniciativa similar? Por ejemplo, para que se empiece a reconocer el lazo de sangre por parte también de la madre, más allá de 1948. (NdeR: Actualmente, el nieto de una italiana no puede iniciar el proceso si su padre nació antes de ese año)

-Ese es el primer proyecto que nosotros presentamos y vamos a seguir empujando para eso. La verdad, es arcaico que la mujer no tenga los mismos derechos que el hombre para transmitir la ciudadanía. Por lo tanto, nosotros vamos a trabajar con Claudio Zin en Diputados y Mario Borghese en el Senado para que las mujeres puedan tener los mismos derechos que el hombre en la transmisión de la ciudadanía. Además, lo que hay que hacer es mejorar la red consular, porque la atención en los consulados es totalmente deficiente y eso se debe, por supuesto, a que el gobierno no le da los recursos a los funcionarios para que actúen. Cuando nosotros estuvimos en el gobierno, entre 2018 y 2019, renovar un pasaporte era una cosa totalmente posible, se hacía en días. Lamentablemente, después vino un gobierno que sacó de la agenda esto y hoy renovar un pasaporte o hacer una ciudadanía es algo casi imposible, y hacer una ciudadanía es un derecho, no es que les estamos diciendo ‘por favor, hágannos ciudadanos’, estamos diciendo que hagan el trámite porque tenemos derecho a ser ciudadanos en el exterior.

-¿Cuántos argentinos estarían en condiciones de solicitar la ciudadanía?

-Entre Brasil y Argentina, yo creo que llegamos, fácil, a más de medio millón o 700 mil personas que quieren hacer el trámite. Ahora, ¿cuántos tendrían el derecho? Bueno, de Argentina, la mitad del país. Lo difícil es reconstruirlo. La ventaja en Argentina es que somos primera o segunda generación; en Brasil son tercera y cuarta, entonces les cuesta más reconstruir. Para nosotros, esto en el Parlamento va a ser el primer tema que vamos a intentar imponer.

-Es decir, ¿ustedes se comprometen a que, si son electos, van a intentar flexibilizar o facilitar el trámite para conseguir la ciudadanía, por un lado, y para la renovación del pasaporte, por el otro?

-La renovación del pasaporte es un trámite que cualquier italiano en el extranjero debería poder hacer en días. Cuando nosotros estuvimos en el gobierno, reunimos en Roma a todos los cónsules del mundo y les dijimos ‘no puede haber un solo italiano que no pueda renovar un pasaporte’. Incluso hay italianos que tienen solo la ciudadanía, pero sin el pasaporte no pueden viajar. Entonces, realmente es algo que tiene que mejorar rápidamente.

El tema de la ciudadanía es más complejo, pero nosotros vamos a defender este derecho que es el ius sanguinis, para que la ciudadanía sea transmitida sin ningún tipo de limitación, también por las mujeres.

-Actualmente, las encuestas dan como favorita a Giorgia Meloni, de Fratelli d’Italia, ¿Cómo se posicionan frente a este escenario?

-Nosotros tenemos relación y dialogamos con todos los sectores, por supuesto que no con los extremos. Nosotros somos moderados en lo político, somos de centro, pero dialogamos con todos. Nosotros lo que no queremos es perder tiempo en cuestiones ideológicas. Ir a Roma y, si gana Giogia Meloni, (el Movimiento 5 Estrellas, que lidera Giuseppe) Conte o quien sea, sentarnos en una mesa y decir, ‘bueno, necesitamos para los italianos que viven en sudamérica esto, esto, esto y eso, ¿ustedes nos lo pueden dar? Bueno, nosotros podemos apoyar tales políticas’. Nosotros tenemos una formación católica, dialogamos con todos y queremos tener resultados. El que quiere votar ideología, que no nos vote; el que quiere votar resultados, por ejemplo, para poder hacer un trámite en el consulado, que nos vote.

CZ: La ventaja es que, además, Ricardo merlo conoce a todos estos protagonistas, a Giorgia Meloni, a (Matteo) Salvini, absolutamente a todos, porque ha compartido con ellos la Cámara, por lo que no es un desconocido que va a golpear la puerta. Él conoce personalmente a todos, y yo también, por lo que va a ser más fácil conversar.

-¿Se pueden lograr esos acuerdos con gente como Meloni, por ejemplo, que ha sido bastante crítica de los movimientos migratorios?

RM: Se va a moderar cuando llegue al gobierno porque Italia está en Europa, Italia es europeísta, es atlantista. Hay algunos conceptos de política de Estado que, lamentablemente, en otros lugares no hay, pero en Italia sí. Además, si nosotros llegamos a hacer un acuerdo, vamos a tirar para el lado de la moderación, no queremos políticas extremas.

CZ: Otra cosa es que nadie va a ganar por sí mismo. Es inevitable que hagan alianzas. Meloni podrá sacar, supongamos, 20% de los votos, pero eso no le alcanza para gobernar, tiene que hacerlo con Salvini, de la Liga, con Berlusconi, de Forza Italia, con nosotros, eventualmente, si es que llegamos a un acuerdo para favorecer a los italianos en el exterior. No hay un partido predominante en Italia.

-¿Cuáles son las principales propuestas de MAIE para los italianos viviendo en la Argentina y en América del Sur, en general?

CZ: Esto se llama ‘constitución italiana’. Si usted analiza, por ejemplo, el artículo 34, dice: ‘Las personas con capacidad y méritos tendrán derecho, aun careciendo de medios, a alcanzar los grados más altos de la enseñanza. La República Italiana hará efectivo este derecho mediante becas, subsidios a las familias y otras medidas, que deberán asignarse por concurso’. No se hace extensivo este artículo a los italianos en el exterior. ¿Por qué motivo, si yo vivo acá, tengo mis raíces y mi ciudadanía italiana, tengo méritos, pero no llego a concretar lo que esos méritos me permitirían, teóricamente, no voy a recibir ayuda de la República Italiana? Si la constitución lo dice y esta constitución es para mí también. No solamente para los italianos que viven en Italia. Y cuando uno desgrana, artículo por artículo, la constitución italiana, siempre hay algo que no se aplica para los italianos en el exterior. Eso vamos a hacer.

RM: Nosotros tenemos a un médico como candidato para la Cámara de Diputados, que es el doctor Claudio Zin, y un médico como candidato para la de Senadores, que es Mario Borghese. ¿Por qué votarlos a ellos? Porque, en un momento en el que hubo tantas mentiras, no solo en Argentina, en todo el mundo, la voz de Claudio Zin nos contó la verdad todos los días por televisión. Yo estaba en Italia, tuve COVID y me atendí con él porque era la única persona a la cual le tenía confianza de que me decía la verdad. Por eso hay que votarlos

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