Mientras cientos de personas formaban más de siete cuadras de cola este mediodía en torno a la parroquia de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, organizaciones sociales y políticas que conforman la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) realizaban una nueva edición de la marcha de San Cayetano, desde el santuario hacia la intersección de las avenidas De Mayo y 9 de Julio.
Bajo el lema “Pan, paz, tierra, techo y trabajo”, una larga columna con banderas de la UTEP, de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Somos Barrios de Pie, el Frente Popular Darío Santillán, el Movimiento Evita y de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), entre otras, se concentró a partir de las 8 en Cuzco y Rivadavia y minutos después inició la movilización hacia el centro porteño generando importantes trastornos en el tránsito.
Si bien algunos sectores de esa organización querían que la movilización “no quede sólo en la 9 de Julio” y que se extendiera hacia Plaza de Mayo, el secretariado de la entidad “decidió por mayoría que la marcha concluya en la esquina de 9 de Julio y avenida de Mayo”, donde a las 14.30 se realizará el acto de cierre.
Por otro lado, se realizaban distintas misas para rendirle culto a San Cayetano, el patrono del trabajo.
La marcha de San Cayetano comenzó a realizarse en 2016 -durante el Gobierno macrista- y fue impulsada en sus comienzos por el Movimiento Evita, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el Movimiento Somos Barrios de Pie, grupo de organizaciones conocidos como “Los Cayetanos”. Este año, la movilización volvió a realizarse tras dos años de pandemia, al igual que el ingreso de fieles a la iglesia de San Cayetano.

Las diversas organizaciones sociales le reclaman al gobierno mejoras y nuevas medidas que permitan alcanzar a la sociedad a los sectores más vulnerados.

Ya desde las 8 de la mañana se empezaron a acumular largas filas en la entrada al Santuario. Llegó gente de todos los rincones del país, inclusive hasta ciudadanos de países limítrofes. Había desde asalariados que querían agradecer por su situación actual hasta los desempleados que necesitan encontrar un trabajo con urgencia para poder llegar a fin de mes.
“Recorriendo las multitudinarias colas que esperan la apertura del santuario de san Cayetano, y pensando también en la enorme cantidad de hermanos que concurrirán a lo largo y a lo ancho del país en las capillas y parroquias san Cayetano, pidiendo paz, pan y trabajo, se me ocurre decir a la luz de este Evangelio que la sensibilidad para con el hambre de nuestro pueblo es lo que garantiza una educación para la paz”, afirmó el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Vicente Ojea.
“Como decían antiguos lemas de la Jornada Mundial para la Paz: ‘si quieres la paz trabaja por la justicia, si quieres la paz defiende la vida’; entonces este primer pedido a San Cayetano: la paz, el pan y el trabajo”, agregó.
El lema de la edición actual del evento fue “Gracias San Cayetano por acompañarnos, ayúdanos a cuidarnos como hermanos”.
Se espera que por primera vez, la más alta autoridad eclesiástica del país participe y muestre su apoyo públicamente a la marcha que terminará en el centro porteño. Se cree que Poli bendecirá las herramientas que alzarán como plegaria el grupo de desocupados de la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) que encabezarán el peregrinaje de 16 kilómetros.

Las decenas de miles de participantes en la manifestación le reclaman al gobierno de Alberto Fernández urgencias básicas: “Tierra, Techo y Trabajo”. Al rezo, este año se agregaron dos “P”, paz y pan.
La ley general de las “tres T” presentada en el parlamento, y que incluye el Salario Básico Universal (que el Gobierno adelantó no impulsara), es, para las organizaciones sociales, una necesidad que el Papa Francisco expuso en el mensaje del Encuentro Mundial de Movimientos Populares realizado en el contexto de la Pandemia el 16 de octubre de 2021 “para que a ningún ser humano le falte lo mínimo indispensable para el consumo de sus necesidades básicas”.
Tal como informó este medio de manera exclusiva, la marcha cuenta con un destacado peregrino que no estuvo presente en las convocatorias anteriores: Gustavo Beliz, el ahora ex secretario de Asuntos Estratégicos. El amigo del Presidente que renunció de manera “indeclinable” al cargo en el mismo momento en el que se confirmaba que Sergio Massa, el hasta entonces presidente de la Cámara Baja, aterrizaba en el Gabinete Nacional como ministro de Economía con facultades ampliadas. Beliz no habló sobre el tema.

El lento recorrido, cruzado por la fe y los imperativos concluirá en la intersección de las Avenida de Mayo y 9 de Julio. Este año, a diferencia de los cinco anteriores, los discursos de cierre no tendrán a la Casa Rosada como telón de fondo. Un gesto de los organizadores al Poder Ejecutivo en medio de la crisis interna que derivó en cambios de funcionarios y reordenamiento de la grilla de ministerios.
Con una campera azul y con una estatuilla de la Virgen María en sus hombros, el líder de la CTEP, Juan Grabois, fue uno de los que encabezó las columnas de la marcha hacia el centro de la Ciudad de Buenos Aires.
FOTOS: GUSTAVO GAVOTTI Y FRANCO FAFASOLI
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