Podía haber ido a estacionar y a dormir a cualquier otro lugar. Pero no, paró su auto y se acostó a descansar justo en la puerta de la sede del 911, el CISEM (Centro Integral de Seguridad Emergencias), en Trinidad. Lo peor fue que estaba drogado y borracho, y que él era agente de la Policía de San Juan. Y sucedió lo que podía pasar. Otro policía lo vio, lo llevaron demorado, le abrieron un sumario administrativo y ahora lo echaron de la fuerza.
El caso involucró al agente Sergio Daniel Pérez, quien en las últimas semanas fue castigado y cesanteado de las filas de la Policía de San Juan a través de un decreto firmado por el Ejecutivo Provincial. Se llegó a esta dura sanción a raíz de un sumario administrativo, donde se lo cuestionó por cometer una falta grave y tener un conducta indecorosa, según el decreto publicado en el Boletín Oficial.
Los problemas de Pérez comenzaron la madrugada del 12 de febrero de 2020, cuando estacionó su auto frente a la sede del CISEM en la calle Agustín Gómez, al este de España, y se acostó a dormir. Alrededor de las 6 de la mañana, la mujer policía que atendía en la mesa de entrada del edificio vio a ese coche en la vereda y a una persona durmiendo en el asiento delantero.
Dijo que esa noche venía de un jugar un partido de fútbol con amigos y que en ese encuentro tomó un “aperitivo”
La uniformada hizo despertar al desconocido y descubrió que este no podía coordinar el habla y estaba alcoholizado. Ahí supo que se trataba del agente Pérez, quien estaba de civil. Luego llegaron los policías de la Seccional 3ra, labraron el acta y llevaron demorado a Pérez. El informe del control de alcoholemia reveló que tenía 1.88 gramos de alcohol por litro de sangre, al momento del procedimiento. Es decir que estaba muy ebrio. No sólo eso, también le hicieron un examen toxicológico y ese estudio arrojó que había consumido cocaína.
Con todo esto, la Jefatura dispuso la suspensión preventiva del agente Pérez e iniciaron el sumario administrativo, más allá de la causa contravencional por violar el Código de Faltas. En la investigación interna, el policía hizo su descargo.
Dijo que esa noche venía de un jugar un partido de fútbol con amigos y que en ese encuentro tomó un “aperitivo”, como para justificar su estado de embriaguez. Relató también que se sintió mal y no podía manejar, por eso estacionó el coche y se acostó a dormir en ese lugar. Sobre el consumo de droga, lo negó. Aseguró que días antes del hecho concurrió a un boliche y cree que su grupo de amigos le introdujo alguna sustancia prohibida a su bebida.
Sobre el consumo de droga, lo negó. Aseguró que días antes del hecho concurrió a un boliche y cree que su grupo de amigos le introdujo alguna sustancia prohibida a su bebida.
Sus explicaciones no fueron suficientes y no se la perdonaron. El tribunal de disciplina de la Policía llegó a la conclusión que cometió una falta grave y no cumplió con su deber como funcionario policial. Fue así que solicitó la cesantía del agente Pérez. Esto se concretó en las últimas semanas a partir de la firma del decreto provincial, que echó de la fuerza al ahora expolicía.
(Fuente: Tiempo de San Juan)