Presente y futuro de la minería en San Juan

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Para una provincia como San Juan no es un año cualquiera para la minería. Este 7 de mayo hay mucho para festejar. Múltiples yacimientos auguran un futuro promisorio. Dentro del nutrido abanico de proyectos en exploración y explotación se destaca Josemaría, de la canadiense Lundin, pero no es el único megaproyecto del cobre que maneja esta compañía. En el horizonte aparece Filo del Sol, que está en exploración avanzada y que promete un desarrollo más grande aún que su hermana mina iglesiana. Juntas auspician un boom y convertir, en accionar mancomunado con otros proyectos de menor envergadura pero con gran significancia, a San Juan en un polo cuprífero, con impacto no solo en el país sino en la región.

La expectativa por Josemaría es enorme, dado que ya consiguió la aprobación de impacto ambiental (DIA) y solo espera que se den los permisos sectoriales, lo que en el Gobierno apuestan que la minera puedan resolver este mismo año. Ya se están preparando en el complejo iglesiano para el inicio de la construcción del campamento, que demandará unos 4 años. Se espera que allí tomen como mínimo unos 4.000 trabajadores directos.

A solo 15 kilómetros al oeste de Josemaría está Filo del Sol. Es un depósito epitermal de cobre, oro y plata de alta sulfuración. La actualización del recurso de la zona de óxidos presentado en 2019 asciende a 260 millones de toneladas que contienen 4,9 millones de toneladas de Cu, 2,7 M de onzas de Au y 126 millones de onzas de Ag.

El ministro de Minería sanjuanino, Carlos Astudillo, recibió recientemente a los representantes de la empresa FiloMining, que le contaron los resultados provisorios de los trabajos realizados y cómo se proyectan las tareas en el corto y mediano plazo.

¿Filo del Sol es la próxima niña bonita de la minería sanjuanina? Astudillo, en diálogo con Tiempo de San Juan, lo describe así: «los valores de perforación que le está dando a la empresa y que está informando al mundo son valores muy buenos, en leyes y en extensión del yacimiento. El año pasado fue el testigo sin duda más importante de América Latina y uno de los más importantes del mundo de la concentración de metal. Filo del Sol es un muy buen yacimiento, lo están estudiando pero las características dicen que será un yacimiento más que importante».

Este yacimiento está pegado al límite con Chile, pero es netamente sanjuanino en su génesis, con cuantiosas reservas de cobre, mixturadas con algo de oro y algo de plata.

El Norte de San Juan perfila como una verdadera meca para el desarrollo de la minería cuprífera. Josemaría, mina más grande que Veladero, fue la primera cuprífera de escala en aparecer después de 25 años, desde la catamarqueña Bajo La Alumbrera (que ahora está en cierre). «Nosotros en Argentina no producimos cobre, se importa y con esto podríamos tener la posibilidad no solamente de cerrar el agujero de importación del cobre sino también empezar a exportarlo. Con esto, la situación del país mejoraría en algún grado, en función de que entrarían reservas», dimensiona el impacto el funcionario.

En este marco, sumar Filo del Sol será un gol de media cancha. Las tareas de exploración de las últimas dos temporadas en esta mina tuvieron por objetivo investigar la continuidad de la mineralización por debajo del recurso presentado en enero de 2019. Hasta lo último informado este año, los pozos de exploración indican que la mineralización se extiende de manera continua a lo largo de 4,5 km en sentido Norte-Sur, 1 km en sentido Este-Oeste y 1.500 metros por debajo de la superficie.

No obstante, la mineralización se encuentra abierta en todas las direcciones y el objetivo de las tareas de exploración es delimitar el tamaño de la zona de interés. Por otro lado, Filo del Sol sigue avanzando en estudios ambientales centrados en la obtención de datos para la línea de base.

El cobre es el material del futuro. «La producción de energía eléctrica a través de los combustibles sólidos nos están llevando a este cambio climático que se da en el mundo. Tenemos que pensar en obtener energías más limpias como la solar en la que trabaja San Juan. Un motor eléctrico cambiarlo por un material como el litio o el cobre para estos motores, son los minerales del futuro de un planeta más limpio, más humano y más para todos», grafica el ministro uñaquista.

¿Cuándo esta promisoria mina pasará de la exploración avanzada a construir y a producir? «Voy a repetir lo que le digo al gobernador. Están estudiando el proyecto y les está yendo bastante bien», dice Astudillo, cauto pero con una sugerente sonrisa.

En tándem, Josemaría, Filo del Sol y otros yacimientos como Pachón, Los Azules y Río Cenicero, marcarán a fuego la era del cobre en San Juan.

Pachón, otra promesa del cobre en San Juan.

Presente de la minería en San Juan, en 4 ejes

Si le preguntan a Astudillo cuál es el presente de la minería en San Juan, ensaya una respuesta filosófica marcado por las palabras «Estado presente». Según el ministro uñaquista consideran el Ambiente y la Minería como un binomio indisociable y se refleja en cuatro ejes que han marcado siempre el rumbo pero se han profundizado durante la segunda gestión de Sergio Uñac.

El primero es el cuidado ambiental. Íntimamente ligado con la «licencia social», es un factor que el Gobierno exige a las mineras e intenta controlar. «La minería o se hace bien o no se hace», promulga el ministro.

El segundo eje se sustenta en una minería participativa. Quiere decir, con involucramiento de la comunidad. El ojo que todo lo ve, propone visitas guiadas a los pobladores de los departamentos donde se asientan los yacimientos, por ejemplo que miren los controles en las pruebas de agua que es el punto más cuestionado por los detractores de la minería. También hay cámaras que muestran el acontecer en vivo en las principales minas metalíferas de San Juan, a las que cualquier ciudadano puede acceder con solo acercarse a la Secretaría de Gestión Ambiental y Control Minero ubicada en Agustín Gómez y Marconi.

El tercer punto que plantea la gestión uñaquista es la «gestión de la cosa pública de la manera más transparente posible», un concepto asociado a los otros dos. «El Ministerio entre sus obligaciones tiene entregarles a los particulares el derecho minero e intentamos que sea transparente, seguir online expedientes, cosas que hacen a la administración. Falta pero hemos avanzado mucho», explica.

Y, finalmente, la redistribución de la renta. «Si por ejemplo una onza de oro promedio cuesta obtenerla unos 1.200 dólares, el costo para una empresa por año para medio millón de onzas sería de 600 millones de dólares al año. La idea es lograr que esos 600 millones de dólares para producir esto se queden en San Juan y que esa cantidad sea distribuida entre los sanjuaninos. Tenemos que lograr y hemos tratado de hacer más fácil que este recurso llegue a los sanjuaninos», dijo sobre la estrategia. El plan es que los insumos se adquieran in situ, dando lugar a un gran circuito económico de proveedores. Es mucho lo logrado, asegura, pero queda un largo trecho por trabajar. «Cada vez va mejor pero no es fácil», concluye.

(Fuente: Tiempo de San Juan)