
La Cámara de Diputados muestra una fuerte paridad en los números del oficialismo y la oposición y eso genera incertidumbre respecto de lo que puede suceder con el el poyecto de ley de acuerdo con el FMI. En el Senado sucede algo similar, pero en la tierra de Cristina Kirchner los tiempos son otros y los silencios dicen mucho más que los gritos.
El silencio es lo que reina en el bloque del Frente de Todos. Ninguno de los referentes del oficialismo se pronunció respecto del proyecto de ley que ingresó el viernes por la tarde en la Cámara de Diputados en donde el Ejecutivo pide autorización para endeudarse con el Fondo Monetario Internacional para poder pagar el crédito que tomó la gestión Cambiemos.
“En Juntos por el Cambio hay diferentes miradas pero todos pensamos lo mismo respecto del artículo 2 del proyecto; en el kirchnerismo las diferencias son más de fondo. Tienen que ver con el acuerdo, con la suba de tarifas, con el ajuste”, explicó un senador radical.

El artículo 2, de un proyecto de ley que tiene cuatro, señala que “a los fines del artículo 1°, se acompañan el “Memorando de Políticas Económicas y Financieras” y el “Memorando Técnico de Entendimiento”, como Anexos, que componen el Programa de Facilidades Extendidas mencionado en el artículo precedente y que forman parte integrante de la presente ley”. Es decir, el plan acordado con el FMI para cumplir con los requisitos macroeconómicos que se fiscalizarán de manera trimestral. El tercero y cuarto son de formas.
En este caso, el radicalismo y Evolución, aunque tienen diferencias de criterios, entienden que la separación de los artículos y la redacción del artículo 2 “son inconsistentes en términos de técnica legislativa” y “no queda bien definido esa separación entre aprobar el pedido de toma de deuda y el plan acordado con el Fondo porque parece que uno es necesario para el otro por cómo está redactado”.
Tan equivocados no están si se tiene en cuenta que el ministro de Economía Martín Guzmán dijo el viernes por la tarde: “Ahora algunos dicen ‘yo quiero el financiamiento, pero no me hagas votar las políticas’. No existe. A ver si se entiende. El financiamiento está asociado a un acuerdo de políticas económicas y financieras. Es una sola cosa”.
Pero eso podría ser un tema menor si se tienen en cuenta los problemas que enfrenta el bloque del oficialismo. Días atrás el propio presidente de la bancada del Frente de Todos en el Senado, José Mayans, había planteado que tenía dudas y diferencias respecto de la negociación con el organismo internacional, al punto que se reunió con parte del equipo de Martín Guzmán, y con el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, y mantuvo su postura.
El grupo de 16 de los 35 senadores del Frente de Todos pedía un plazo mayor a 10 años, algo que no se acordó. También mantener “aislado” al Banco Central, pero hoy se conoció que tienen que establecer un camino de salida del cepo. La tercera duda se refiere a qué puede suceder si en la segunda revisión Argentina no cumple, incógnita que aún se mantiene. Y por último la discusión de subsidios y tarifas. Los senadores más kirchneristas reclamaban que el techo de los aumentos sea del 20% y ya se sabe que estará por arriba del 40%.
La estrategia en el kirchnerismo en la Cámara alta es esperar y analizar. “Logramos que el proyecto entrara por Diputados, eso nos da una semana de tiempo, como mínimo, y nos permite ver cómo se sopesan los votos. Además, esto también permite que la conversación con los gobernadores sea más fluida”, explicó un representante del oficialismo.
Desde el entorno de la Vicepresidenta de la Nación aseguran que el clima es “expectante” y repiten que “habrá que esperar a ver cómo transcurre en Diputados”. Y a la hora de señalar qué van a hacer los senadores no dudan en explicar que “dependerá de cómo afecte a las provincias, eso es lo que miran”.
El punto de los gobernadores no es menor en esta discusión. El sector en donde el presidente Alberto Fernández buscó apoyarse durante buena parte de su gestión hoy se muestra más distante. Esto quedó reflejado hace unos días atrás cuando se pudo observar la ausencia de alrededor de 10 jefes de estados subnacionales a la Asamblea Legislativa. Muchos de ellos del partido de gobierno.

Los sueltos
En ese escenario complejo en donde nadie da un paso en falso y muchos miran y esperan alguna señal que baje del despacho de Cristina Fernández de Kirchner, que hasta ahora sólo se sabe que se opuso a la renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura del bloque de Diputados, no hay una definición precisa respecto del acuerdo.
“Al oficialismo sólo le interesa que quede claro que la deuda es culpa nuestra. Si eso está, pueden avanzar, sino será difícil. En ese escenario hay que ver qué hacen los sueltos”, señalan desde el bloque de Juntos por el Cambio.
Hoy el Senado está conformado por 35 senadores del Frente de Todos, 33 legisladores de Juntos por el Cambio, y quedan cuatro “sueltos”: uno por Córdoba Federal, uno por Juntos Somos Río Negro, otro por Misiones Independientes y uno por Hay Futuro Argentina.

De ese grupo, Juntos Somos Río Negro y Misiones Independiente suelen actuar como una especie de satélites del Frente de Todos en algunos temas. La no será la excepción.
Una pista de qué es lo que puede pasar con este grupo fue el cruce que se generó estos días entre el senador por Somos Río Negro, el ex gobernador Alberto Weretilnek, y el diputado del ala dura del macrismo, Fernando Iglesias.
El senador rionegrino y el diputado Iglesias se había cruzado en los estudios de TN y mientras este último repetía el concepto de que Alberto Fernández fue el gobierno que más deuda tomó, el senador le salió al cruce y le enrostró el crecimiento de la deuda en la era Macri. Todo parece indicar que sumará para el oficialismo del Senado si es que este avanza en línea con la Casa Rosada.
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