Una mujer policía le enseñó matemática a una estudiante internada en el Marcial Quiroga

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Yazmín Galeote tiene 26 años, es de Chimbas y su sueño es estudiar Psicología. Pero el costo de la carrera, la dedicación a su hijo (es madre soltera) y el tiempo que le lleva su trabajo como agente de Policía todavía no se lo permiten.

Frente a su frustración, ella no eligió el resentimiento, sino que lo transformó en empatía y solidaridad. El sábado le enseñó matemática a una joven internada en el Hospital Marcial Quiroga que realiza el cursillo para ingresar a la Universidad Católica de Cuyo.

«Parecía una profe de matemática particular. A mí me emocionó, porque también se dio en el contexto de un hospital«, le dice a Telesol Diario Carolina Vega Santángelo (27), hermana de Milena (21), que se prepara para estudiar Enfermería.

Milena vive en Rawson y lleva siete días internada por un tratamiento psicológico. «Al tercer día llega una compañera de habitación que necesitaba custodia policial. Ahí empiezan a venir distintas policías y con una de ellas nos pusimos a conversar para pasar el tiempo», cuenta Carolina.

La más chica de las Vega empezó el cursillo en forma virtual. Pero en el hospital no tiene WiFi y «a veces no hay buena señal», entonces hay días en los que «no puede cursar». Por eso, su hermana se encarga de bajarle el material de estudio a su teléfono celular.

Yazmín, que cuidaba a una paciente que estaba sedada y no presentaba ningún riesgo en ese momento, escuchó la situación y se ofreció: «A mí me encanta matemática. Si querés te puedo explicar. Siempre me ha ido muy bien».

Agradecidas con Galeote, las chicas visualizaron su acción en Facebook. «Hay personas a las que no les importa el lugar en donde estén y la profesión que tengan. Si pueden ayudar a otro, lo hacen, sin querer recibir algo a cambio».

«Mi hermana dice que con esto le dieran ganas de volver a sentarse a estudiar. En la situación en la que está ella, que todavía le quedan algunos días para estar acá, ese pequeño gesto hizo que se sintiera acompañada por una persona que no conoce y que también tiene ganas de estudiar. La empatía de esta chica hace al mundo un poquito mejor«, relata Carolina.

La joven cuenta que Yazmín tiene un hijo de 7 años y que intentó estudiar psicología hace muchos años, pero «no le daban los números» para solventar la cuota. Entonces ingresó a la Policía. «Ya que no puedo ayudar por ese lado ayudo por el otro. Pero en el futuro me veo siendo psicóloga», les dijo a las hermanas Vega Santángelo, y les confirmó que este año lo va a volver a intentar.

La agente llegó al hospital el sábado a las 7:30 para relevar a una compañera. Venía de trabajar toda la noche en la guardia de una comisaría. Pero «no se acostó en ningún momento, estuvo parada». Carolina le dio café y una tortita.

A pesar de que en su mirada se reflejaba el cansancio, antes de las 10 se involucró con el problema que tenía la joven rawsina y le explicó matemática. «Tiene el don del servicio y de ayudar a otros».

Pero el impacto de su acción solidaria va mucho más allá de las cuentas para resolver un ejercicio. Para Milena, que se recupera de un estado emocional difícil, es una caricia en el alma ver que una desconocida se interesó por su necesidad«Ella se emociona cuando lo cuento», confía su hermana.

(Fuente: Telesol Diario)