Gauchos de casco y chaleco

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El 17 de enero comienza el festival de doma más importante del país y -aseguran- de Sudamérica: el de Jesús María, que en su nueva edición incluyó una inédita medida de seguridad para los jinetes: deberán montar, obligatoriamente, con casco y una suerte de chaleco, en todos los rubros. El requisito, que generó polémica a lo largo y ancho del país, fue implementado luego de algunos accidentes y sobre todo, tras la tragedia ocurrida en la última edición celebrada en 2020, cuando Norberto Cossutta (cordobés integrante de la delegación catamarqueña) perdió la vida luego de que un caballo cayera sobre él en medio de su presentación. Si bien la medida no es extensiva a todos los festivales del rubro en el país, no sería extraño que adhieran de un momento a otro, tanto para rondas clasificatorias hacia este encuentro nacional como para los festivales provinciales propiamente dichos, incluidos los de San Juan, donde -con más o menos reticencia- parece ser que el gauchaje acata la medida. Y es que, explican algunos representantes, ya sea porque adhieren a los motivos que le dieron origen a esta norma o bien porque al ser ya un hecho en Jesús María (que este año no tendrá delegación local), quienes quieran competir en ese importante certamen no tendrán otra que calzarse el casco y el chaleco, mejor es ir practicando para habituarse. 


Franco Cornejo es el único sanjuanino invitado a Diamante 2022 (otro escenario de doma importante del país, en Entre Ríos), donde -cuenta- se aplicaría la misma medida, aunque se está debatiendo que sea optativa, firmando el jinete, por ejemplo, una declaración donde asuma su responsabilidad. Con esa posibilidad de elegir está de acuerdo Franco. «La magia de la doma no se quita, pero sí se pierde bastante lo tradicionalista. Sí, el casco es una protección más, pero toda la vida ha sido con boina o sombrero y la verdad que los casos graves han sido muy pocos. Es cierto que si el caballo te patea o te pisa, el casco y el chaleco te van a cubrir más, pero si tiene que pasar algo va a pasar, y si no, no», comentó a DIARIO DE CUYO quien tuvo un destacado desempeño en Córdoba en en 2019. De igual modo, contó a DIARIO DE CUYO que varios de sus amigos jinetes de otras provincias los usan, dicen haberse acostumbrado y se sienten seguros. «Acá que yo sepa nadie los ha comprado, pero bueno, si se empieza a exigir lo probaremos». 


Totalmente a favor está José Marti. «La verdad que es una protección para el jinete y creo que no les saca nada a los gauchos. Creo que por usar un chaleco y un casco no van a ser menos gauchos. Sería lindo que se implemente acá también, es buena idea. Sale un poco de la tradición de lo que es un gaucho, pero es por la protección de uno», opinó el subcampeón nacional en grupa 2017. «Jesús María es un ejemplo, lo que dictamina es lo que muchas provincias toman de referencia, así que creo que en esta provincia también estaremos usando el casco y el chaleco de la jineteada», añadió.


En esa misma línea se manifestó Sergio González, cabeza de la Federación Gaucha quien además comentó que si bien no hay nada dispuesto aún, de seguro San Juan adherirá al nuevo requisito en sus montas. «Hay un debate sobre que se pierde lo tradicional, distintas opiniones, pero son 12 segundos nomás, por ahí los cambios son buenos, aunque se pierda una parte de las tradiciones, es para resguardar la vida del jinete, más allá de que Jesús María lleva más de 50 años y si nos ponemos a mirar, son diez noches con más de sesenta montas, son muchos riesgos, pero el porcentaje de mortalidad es muy mínimo. Pero si es para que la gente tenga resguardo, está bien, a mi ver es necesario», aportó, brindando además un panorama más amplio. 


«Córdoba tiene una ley donde la jineteada está declarada como deporte y toda actividad deportiva tiene que tener medidas de seguridad para que la cubran los seguros. La jineteada es un deporte de riesgo, acá no hay ninguna compañía que quiere asegurar los jinetes. Las compañías de afuera deben exigir ciertas medidas de seguridad para cubrirlos, Jesús María hace test de alcoholemia por ejemplo. Puede ser chocante a la vista verlo con un casco, pero si es para cuidarle la vida, bienvenido sea, hay que adaptarse nomás. Un festival tiene condiciones y también es entendible y hay que respetar esas normas», añadió González, que adelantó cómo fue la onda expansiva en la provincia. 


«Acá se está viendo. Si esto sigue como va, seguramente en los clasificatorios vamos a tener que implementarlo para que los chicos se vayan acostumbrando. No ha de ser muy incómodo, van a tener que irse acostumbrando los que quieran ir a Jesús María porque va a ser una cláusula que habrá que respetar, cuando vayan allá se van a encontrar con eso. Jesús María es el festival que maneja todo el país, es modelo a seguir, así que creo que habrá aceptación, veremos el año próximo cómo resulta cuando sea el festival», concluyó.  Ellos dicen 


Franco Cornejo
«La magia de la doma no se quita, pero sí se pierde bastante lo tradicionalista. Sí, es una protección más, pero toda la vida ha sido con boina o sombrero y la verdad que los casos graves han sido muy pocos».


José Marti
«Creo que por usar un chaleco y un casco no va a ser menos gaucho. Sería lindo que se implemente acá también, es buena idea. Sale un poco de la tradición de lo que es un gaucho, pero es por la protección de uno».


Sergio González
«Hay un debate sobre que se pierde lo tradicional, distintas opiniones, pero son 12 segundos nomás, por ahí los cambios son buenos, aunque se pierda una parte de las tradiciones, es para resguardar la vida del jinete».

La protección

 Juan José Nievas es Comisario de Bombero y asesor de la Comisión de Jesús María. En conferencia de prensa, aseguró que esta medida «es un cambio cultural en pos de la seguridad de los participantes» y dio detalles de estos elementos de protección, avalados por normas internacionales de seguridad. El casco está especialmente diseñado para actividades ecuestres de riesgo, que tiene protección frontal para golpes en la cara y «desacelera el movimiento del cerebro dentro de la cabeza, ya que está garantizada la dispersión de la fuerza del impacto».

En cuanto al protector corporal, es una suerte de chaleco liviano, pero más abierto en torno a los brazos, para no coartar la movilidad del jinete. «Es una protección de tipo dorsal y espinal construida con materiales especiales para producir la amortiguación de impactos, choques y golpes», señaló.