Se estima que, por la cantidad de público que pasó la noche en el Villicum, los tickets disponibles se terminarán entre los presentes. Sin embargo, fuentes policiales afirmaron que es mucha la gente que aún continúa en el lugar.
Una tarde de locura
A pesar de la prohibición de hacer fila por la veda electoral (estaba previsto que la fila se habilitara a las 21 de ayer), los hinchas comenzaron a llegar a primera hora de la mañana. El primer control policial estaba en Campo Afuera y desde ahí comenzaron a enfilarse los vehículos por un lado, y el público a pie por otro. A medida que pasaban las horas, los fanáticos de todo el país, se multiplicaba por miles, tanto que cerca de las 19 la fila de autos se extendía unos 7 kilómetros.
Teniendo en cuenta que serían 18 mil entradas que se iban a vender y la cantidad de gente que ya se daba cita, el temor a quedarse sin su ticket llevó a que el ánimo de los hinchas se fuera alterando y muchos intentaban avanzar. La Policía hacía lo que podía. La orden era no avanzar, pero era tanto el fervor de los hinchas que comenzaron a hacer pasar por grupos a la gente pero los autos no se enfilaban y avanzaban en filas de a tres o cuatro vehículos, muchas veces rozándose entre sí. Y quienes estaban a pie, mostraban su descontento por querer avanzar, pero cuando se habilitó el paso comenzaron las corridas queriendo sacar algún tipo de ventaja.
(Fuente: Diario de Cuyo)