Murió tras chocar y su familia afirma que fue mal atendido en el hospital

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“Lo único que le hicieron fue ponerle suero y darle calmantes. Nicolás estaba consciente al principio, pero nosotros lo veíamos que cada vez estaba peor. Se lo dijimos a los médicos, pero nos decían: ‘Es normal por los golpes’. Lo dejaron en el internado por dos días y no le hicieron nada”. Esto es lo que denuncian el primo y el padre de Nicolás Carmona, el joven que el domingo último sufrió una caída en su moto cerca de su casa, en Pocito, y murió el martes a la tarde en el Hospital Guillermo Rawson.

La posible agresión ya estaría descartada. La familia de Carmona aseguró que ellos mismos auxiliaron a “Nano” –así lo apodaban- el domingo a las 8 de la mañana, cuando se cayó con su moto Cerro 150cc al costado de calle Alfonso XIII, al Sur de calle 12 y a 200 metros de su casa, en Pocito. Confirmaron que se le atravesó un perro y eso produjo el accidente, además estaba alcoholizado. Venía de una fiesta de cumpleaños de 15.

Alberto Di Carlo, el papá de Nicolás “Nano” Carmona, aseguró que el joven sufrió golpes y heridas en la cabeza, pero en ese momento se mostraba consciente. “Ese día pedimos una ambulancia y lo llevamos al hospital. Yo me traje la moto acá (por su casa) porque la Policía no hizo nada”, expresó Di Carlo. Nicolás era su único hijo varón, tiene tres. El joven era obrero rural, estaba en pareja y tenía dos hijos, de 3 años y 6 meses, respectivamente.

La familia apunta a que fue mal atendido en el Hospital Guillermo Rawson. “Mi primo hablaba y se acordaba de todo, pero sentía dolor en la cabeza. Yo lo estuve cuidando y siempre lo tuvieron en el internado. Le hicieron una sola tomografía. Después le pusieron suero y le dieron calmante, nada más”, denunció Juan Di Carlo.

Aseguran que el lunes a la madrugada su estado de salud empezó a empeorar. “Les decía a los médicos que lo veía mal y le dolía la cabeza, y me respondían: es normal por los golpes”, afirmó Juan. Alberto, el papá de “Nano”, contó que hizo el mismo pedido a otro profesional: “lo vino a mirar y me dijo: ‘qué porrazo que se ha pegado’. Y se fue”.

“El martes, mi primo ya estaba nervioso e inquieto, no estaba bien. Tenía sed y no me hablaba. Ha estado como absolutamente abandonado en el internado. Lo deberían haber llevado a urgencia o a terapia”, aseguraron. El martes al mediodía su salud se complicó. Pasadas las 14, sus familiares lo vieron en estado crítico y minutos más tarde falleció. La familia aseguró que pedirán que se investigue la labor del personal médico en la atención del ahora fallecido.

(Fuente: Tiempo de San Juan)