Alberto y Cristina se declararon la guerra y hay máxima tensión

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La descarnada puja de poderes dentro de la alianza que gobierna el país tras la derrota en las PASO del domingo pasado entró ayer en una nueva fase: la de la guerra total entre Alberto Fernández y su vicepresidente, Cristina Kirchner, que amenaza con consecuencias imprevisibles para el Gobierno y los socios de la alianza del Frente de Todos.

Alberto pasó de estar atrincherado bajo fuego amigo como el miércoles a plantarse ante la embestida K advirtiendo a propios y extraños que quien manda es él, a lo que Cristina respondió con una lapidaria carta pública en la que le recordó que «ella lo eligió para ser candidato a Presidente» y le pidió que «honre» ese mandato.

En una nota a Página 12 el Presidente también había calificado como «una estudiantina» las renuncias coordinadas de los funcionarios K para obligarlo a echar del Gabinete nacional a los «funcionarios que no funcionan», como sostiene la Vicepresidente desde diciembre de 2020.

Pero la respuesta al desafío del Presidente no se hizo esperar. Cristina rompió el silencio con una durísima carta que publicó en su sitio web, un texto extenso, sin tapujos en la que no dejó margen para una salida negociada a la crisis con Alberto que se aferra al poder acunado por un puñado los gobernadores.

Cristina enumeró una larga lista de reclamos hacia la gestión de Fernández para dejar en claro que su embestida actual nace ante la falta de respuesta del Presidente para cambiar el rumbo lo que llevó al peronismo a «una histórica derrota» en las urnas el domingo en las PASO.

«Cuando tomé la decisión, y lo hago en la primera persona del singular porque fue realmente así, de proponer a Alberto Fernández como candidato a Presidente de todos los argentinos y las argentinas, lo hice con la convicción de que era lo mejor para mi Patria. Sólo le pido al Presidente que honre aquella decisión pero por sobre todas las cosas, tomando sus palabras y convicciones también, lo que es más importante que nada: que honre la voluntad del pueblo argentino», remarcó Cristina.

Cristina contó luego que tuvo 19 reuniones de trabajo en Olivos con el Presidente de la Nación. «Nos vemos allí y no en la Casa Rosada a propuesta mía y con la intención de evitar cualquier tipo de especulación y operación mediática de desgaste institucional», aclaró.

La parte más crítica de la carta consigna que en las primeras 18 reuniones, la última de ellas el 07/09/2021, siempre le planteó al Presidente lo que para ella constituía una delicada situación social y que se traducía, entre otras cosas, en atraso salarial, descontrol de precios -especialmente en alimentos y remedios- y falta de trabajo, sin desconocer, obviamente, el impacto de las dos pandemias: la macrista primero y la sanitaria a los 99 días de haber asumido el gobierno. Igualmente siempre remarqué la falta de efectividad en distintas áreas de gobierno.

También denunció que creía que se estaba llevando a cabo una política de ajuste fiscal equivocada que estaba impactando negativamente en la actividad económica y, por lo tanto, en el conjunto de la sociedad y que, indudablemente, esto iba a tener consecuencias electorales.

«No lo dije una vez, me cansé de decirlo» y no sólo al Presidente de la Nación. La respuesta siempre fue que no era así, que estaba equivocada y que, de acuerdo a las encuestas, íbamos a ganar «muy bien» las elecciones. Mi respuesta, invariablemente, era «no leo encuestas leo economía y política y trato de ver la realidad».

También recordó cuando pidió por primera vez cambios en el Gabinete el 18 de diciembre de 2020 y que hoy se reitera con las renuncias en masa por parte de los ministros K para forzar al Presidente a sacar aquellos funcionarios que a entender de Cristina «tienen miedo o no se animan» a defender los intereses del pueblo.

Sin anuncios

En este contexto, las renuncias presentadas por el ministro de Interior, Eduardo de Pedro, y otros importantes funcionarios, seguía sin resolverse. Tampoco hubo el esperado anuncio con medidas de alivio fiscal para reactivar la economía y los promocionados aumentos del salario mínimo, jubilaciones y AUA.

Fuerte presión para echar a los ministros

En su extensa carta, Cristina reprochó al Gobierno la actitud que tomaron después de las PASO: «Al día siguiente de semejante catástrofe política, uno escuchaba a algunos funcionarios y parecía que en este país no había pasado nada, fingiendo normalidad y, sobre todo, atornillándose a los sillones».

«¿En serio creen que no es necesario, después de semejante derrota, presentar públicamente las renuncias y que se separan la actitud de los funcionarios y funcionarias de facilitarle al Presidente la reorganización de su gobierno?», reclamó la jefa del Frente de Todos.

La pulseada de Cristina para que Alberto haga cambios en su Gabinete no deja fuera de discusión al ministro de Economía. CFK manifestó su confianza en que con la «misma fuerza y convicción» con que el Presidente enfrentó la pandemia de coronavirus, también se sentará con Guzmán para evaluar el proyecto de Presupuesto 2022. En otro tramo de su carta disparó: «Hasta he sufrido un vicepresidente declaradamente opositor a nuestro Gobierno. Duerman tranquilos los argentinos eso nunca va a suceder conmigo», sostuvo CFK, en referencia al radical Julio Cobos.