Ocurrió cuando la mujer salía del Hospital Marcial Quiroga. Sobre el sujeto de 71 años ya pesaba una orden judicial de no acercarse a la víctima, pero la desobedeció. Quedó detenido con prisión domiciliaria.
La violencia de género puede ocurrir de diversas maneras cuando el hombre piensa que puede hacer lo que se le antoja, sin importarle siquiera que la Justicia le ordene cesar con actos intimidatorios contra la víctima. Algo de eso le sucedió a una mujer en Rivadavia.
El 26 de julio, a eso de las 13:30, la víctima salía en su bicicleta del Hospital Marcial Quiroga, informó una fuente judicial. Fue allí cuando sufrió el terrible y violento acoso sexual por parte del sujeto, sobre quien ya pesaba una orden de no acercarse a ella y a quien ya conocía.
Eduardo Omar Espinosa (71) advirtió que la mujer de 58 años circulaba por avenida Libertador. Él, que no podía acercársele, lo hizo de todas formas. Dirigió su auto hacia ella, detuvo el vehículo, la tomó del brazo e intentó subirla al auto y cargar la bicicleta hostigándola con agresiones verbales.
En ese instante la víctima ingresó a la ciclovía y continuó el asedio de Espinosa a la par por la calle, expresándole todo tipo de barbaridades de tipo sexual.
Al llegar a calle Pellegrini el agresor dobló, la víctima siguió por Libertador, pero a los pocos metros, para su desagrado, volvió a encontrarlo. En calle Galíndez y Libertador la mujer observó un móvil policial, les pidió auxilio contándoles lo ocurrido y de esta manera, los efectivos detuvieron a Espinosa.
Tras un cuarto intermedio en la audiencia de este miércoles, resolvieron que el sujeto permanezca con prisión domiciliaria hasta que sea juzgado.
(Fuente: Telesol Diario)
