«Aprender a volar» nació después de la muerte de su mamá. El momento especial que vivió al grabarlo, cómo la favoreció la pandemia y el gran presente de su música.
Los últimos meses de Magalí Olave fueron de idas y vueltas entre Buenos Aires, donde vive con su familia por el trabajo de Matías Suárez en River, y Córdoba, donde tiene su banda y enfoca su trabajo en lo musical. Pero esos largos viajes y cansancio semanal tuvieron su fruto, porque este viernes la cantante se llevó el Premio Gardel al mejor álbum artista de cuarteto.
«Estoy esperando ir a buscarlo, porque viste el dicho, hasta que no lo vea no lo creo, tengo esa sensación de querer tenerlo en la mano para darme cuenta que es real y estoy muy contenta y muy feliz por este reconocimiento», contó en diálogo con Arriba Córdoba, mientras hacía los últimos preparativos para volver a encontrarse con su familia en la Capital después de un fin de semana con varios shows.
«Aprender a volar» es el nombre del disco con el que la artista se llevó el galardón, un material que debido a la pandemia se demoró en salir y fue presentado de manera virtual en streaming. Esto le premitió trabajar un pcoo más el material, que estaba previsto que saliera antes pero tuvieron que esperar a que la industria se reactivara.
Pero detrás de esas 13 canciones que la gente baila y disfruta hay una historia especial, porque fue hecho después de la muerte de Telu, su mamá.
«Para mi esto fue un disco super especial, que me encontró en un momento en lo personal súper difícil, se lo dedique a mi mamá que la había perdido hace poquito», explicó, y contó que tiene una canción dedicada especialmente para ella. «Me costo mucho hacerlo y puse todas mis energías en el disco para poder superar las cosas que estaba pasando en ese momento».
Además, la cantante resaltó dentro del disco a su tema “Culpable”, que se convirtió en hit y fue el que los ayudó a que mucha gente pudiera conocer su música.
“Empezamos a marcar nuestro propio estilo y la cuarentena nos ayudó muchísimo porque ahí aprovechamos a hacernos conocer desde nuestra casa hacia la de la gente, para mostrarle a la gente que por ahí no iba a pagar una entrada para vernos, qué era lo que hacíamos y así fuimos mostrando la música que habíamos preparado”, concluyó.
