Así de terrible fue la situación que vivió la mujer de Rafael Morales, el muchacho que murió atropellado por un automovilista que se dio a la fuga.
A María le resultaba extraño que Rafael demorara tanto. Al rato se le dio por salir a la calle y a lo lejos vio las luces de los patrulleros sobre la calle Agustín Gómez. “Parece que hay un accidente”, le dijo una vecina. Todos fueron a ver, pero los policías no los dejaron avanzar. Ahí supieron que había un muerto y preguntaron quién era. “Estamos esperando a mi marido y no llega”, insistió la joven mujer. Hasta que un policía mostró el DNI de la víctima. Cuando vieron la foto del documento, descubrieron que el fallecido era efectivamente el marido de María Romero.
Así de dramática fue la escena en la que María Romero se enteró de la muerte de su marido Rafael Arnaldo Morales, el changarín y lavacoches que fue arrollado el domingo último en Rivadavia por un automovilista que se dio a la fuga. Ese conductor aún es buscado por los policías de Homicidios y el equipo de la Unidad Fiscal de Delitos Especiales, a cargo del fiscal Adrián Riveros.
“El Rafa”, como apodaban a Morales, vivía junto a su mujer y sus cuatro hijos pequeños en un rancho de adobe y caña del asentamiento La Paz en calle Pellegrini, Rivadavia. El domingo a la tarde salió solo de su casa porque tenía que cobrar una changa. Según sus familiares, después se iba a la parroquia de la Gruta de Fátima para cuidar coches durante la misa. Al parecer no tuvo suerte y volvió caminando a su casa.
Ya eran pasadas las 21 del domingo cuando regresaba caminando por el costado Norte de la calle Agustín Gómez, más conocida como calle 5, entre Chacabuco y Pellegrini, Rivadavia. No le faltaba mucho para llegar a su casa. En ese trayecto fue que un auto lo embistió de atrás. En el lugar no hay banquina ni vereda, dado que la calle es angosta.
Fuentes judiciales indicaron que el muchacho de 28 años fue atropellado de atrás y el vehículo lo arrastró al menos 20 metros sobre el pavimento. No hay huellas de frenadas, señaló. Rafael Morales quedó tendido y murió en el acto. Un vocero explicó que en el arrastre se desnucó. El automovilista que lo mató no se detuvo y desapareció del lugar.
Minutos más tarde encontraron a Morales ya sin vida. La Policía cercó la zona y los patrulleros cortaron el tránsito. “María salió a la calle. Vio las luces de los patrulleros y me dijo: parece que hay un accidente. Todos nos fuimos a ver qué pasaba”, relató una vecina.
María, su hermana, su cuñado José Alfaro y otros vecinos caminaron hasta el lugar del accidente. Había una persona fallecida. “No nos dejaban pasar. Y yo les dije a los policías que queríamos saber quién era porque estábamos esperando a mi marido y no llegaba a la casa”, relató María. José Alfaro, su cuñado, insistió muy preocupado. Fue ahí que uno de los uniformados se fue y regresó con un DNI en la mano. Les preguntó: “¿es él?”.
Alfaro y María casi se cayeron del espanto. El documento era de “El Rafa”. El fallecido resultó ser el marido de la joven. Los gritos y los llantos estallaron. Lo único que sabían es que había sido atropellado y que el automovilista había fugado.
“No sé qué voy a hacer ahora”, expresó María, entre lágrimas y sin poder hablar mientras su mamá Sara Yúdica y una de sus hermanas la sostenían. “Lo que queremos es que se haga Justicia. Que encuentren a la persona que mató a mi yerno. Para que no vuelva a pasar lo mismo con otra persona. Ese asesino tenía que haberse parado a ayudar. Ni a un perro se lo trata así”, señaló Yúdica.
Fuente: Tiempo de San Juan