El sanjuanino denunciado por «violento», está relacionado a un tenebroso caso donde murieron varias personas

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Este domingo detuvieron a un sanjuanino denunciado por su ex pareja por violencia de género, presunta violación y otros delitos que de momento se investigan. El imputado es Facundo Martín Torraga, y en las últimas horas fuentes del caso confirmaron que es familiar directo de aquellos bodegueros involucrados en el Caso Torraga», la causa de vinos adulterados donde murieron 29 personas intoxicadas en 1993. 

El hecho fue uno de los más llamativos del país en aquellos años. El vino había salido de la Bodega Nieto de Mario Torraga ubicada en Caucete hacia Bs As, con certificado de aprobación del INV delegación San Juan. La adulteración del vino con alcohol metílico había ocurrido en la provincia de Bs As, y fue el causante químico de la muerte de seis personas, al principio, elevándose, al poco tiempo, el número de víctimas cerca de treinta.

Inmediatamente comenzaron a realizarse una serie de investigaciones realizadas por 12 inspectores, para analizar el vino y revisar los libros contables del establecimiento vitivinícola. Había que confirmar el grado de responsabilidad de los propietarios de la bodega que habían sacado a la calle vinos de las marcas “Soy Cuyano” y “Mansero”. El mismo era el empresario Mario Arnoldo Torraga, que vivía en la misma casa donde este domingo detuvieron a Facundo Martín, sospechado de haber cometido varios hechos de violencia contra su ex. 

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Días después de las primeras muertes, el entonces presidente Carlos Menem ordenó la clausura del establecimiento y nunca más volvería a elaborar vinos. Por esos días Torraga negaba cualquier manipulación de sus vinos.

En 1996 la Justicia Federal condenó a Mario Arnoldo Torraga a 15 años de cárcel, mientras que su hijo Guillermo,  varios empleados de la bodega y dos del INV, recibieron penas que iban de los 2 a los 6 años de prisión. Por el beneficio del dos por uno, la mayoría recuperó la libertad mucho antes.

Las crónicas periodísticas de la época señalaban que durante el juicio se evidenció que tanto el dueño de la bodega, como su hijo, el gerente, el enólogo y el capataz conocían de la adulteración que se hacía para “estirar” los vinos. Que Torraga compraba el metanol en Buenos Aires, a un amigo suyo que tenía una droguería; y, lo más grave, que con el alcohol metílico encontrado en los envases se podría haber matado a 10.000 personas, recordaba en una nota Michel Zeghaib en Tiempo de San Juan.

Fuente: Tiempo de San Juan