El IPV quiere recuperar el ritmo de entrega de casas que hubo previo a la pandemia

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Para este año, la gestión uñaquista se impuso regresar a un objetivo alto en materia de entrega de viviendas. Las autoridades locales buscan volver a las cifras de adjudicaciones que existieron antes de la pandemia. Esto es, alcanzar las 2.500 casas entregadas en un año. El número es claramente superior a los casi 1.500 hogares que asignaron en 2020, el cual calificaron como satisfactorio, si se tienen en cuenta las distintas restricciones que existieron para evitar la propagación del virus. Para poder alcanzar el objetivo, y que también se pueda cumplir el año que viene, en el Gobierno pisaron el acelerador en la construcción de casas, las que superarán las 6.000 gracias al aporte de 1.800 viviendas que hizo el presidente Alberto Fernández para asistir a los damnificados por el terremoto.

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La edificación de hogares, dentro de la ejecución de obra pública, ha sido un pilar para la gestión uñaquista y, según explicó el propio Gobernador, será uno de los puntos que destacará en su mensaje anual que dará el jueves en la Cámara de Diputados. La estimación de entregar 2.500 viviendas durante este año surgió de la mano del titular del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), Marcelo Yornet, en la entrega de ayer de 84 casas pertenecientes al barrio 27 de Diciembre, en 25 de Mayo, acto que encabezó Uñac. Según dijo el funcionario, «tenemos una gran cantidad de barrios que estarán listos este año (Ver infografía), por lo que, como mínimo, adjudicaremos 1.500 y calculamos alcanzar los 2.500 a fin de año». En esa línea, explicó que, entre los proyectos más avanzados, se encuentra el barrio Bicentenario de Angaco, con 102 casas y que se entregará en mayo; el complejo Alameda de Calingasta, con 45 viviendas; el barrio Gobernador Doncel de Pocito, con 198 casas, previsto para junio; y el barrio Pie de Palo de Caucete, que cuenta con 471 unidades y que estará listo en agosto.

Respecto a lo que ocurrió el año pasado, Yornet indicó que, «en plena pandemia, pudimos entregar casi 1.500 casas. Habíamos planificado entregar más, pero resultó difícil cumplir con esa planificación». Es que, «si bien la obra pública fue declarada esencial, lo mismo tuvimos una desaceleración hasta que pudimos tener un protocolo y ver cómo funcionaba. Además, entre septiembre y octubre se declaró otra cuarentena estricta y volvimos a fase 1 y eso complicó las cosas. Pese a las dificultades, fue fructífero llegar a casi 1.500 casas entregadas».

Incluso, Uñac se refirió ayer a la ejecución de viviendas durante el año pasado al señalar que «los barrios no interrumpieron su construcción en pandemia; tampoco descuidamos la salud ni la economía. En el rubro de la construcción, hubo mano de obra activa, las ferreterías y otros rubros vinculados mantuvieron su trabajo gracias a la inversión privada y también a la obra pública».

En esa línea, desde el Ejecutivo indicaron que, durante el año que pasó, se entregaron 1.455 viviendas. Una parte importante de ellas correspondió a relocalizaciones de diversos asentamientos, como el David Chávez, en Pocito; Villa Esperanza e Hidráulica, en Zonda; y Virgen del Rosario en San Martín. Las más importante fueron las reubicaciones de las villas de Pocito a los Barrios Cruce de los Andes I, II y III. Por otro lado, respecto a la ejecución que están llevando adelante durante este año, Yornet indicó que «actualmente se están construyendo 4.484 casas, cifra a la que se sumarán las 1.800 que anunció el presidente tras el terremoto», por lo que puede haber un pico de unas 6.000 viviendas en ejecución, dado que muchas de las actuales ya están casi listas para entregar. Los adjudicatarios surgen de los sorteos realizados, las relocalizaciones y las asistencias financieras a gremios.