Fue una escena en la que participaron varios. Pero sin dudas, la protagoísta principal del hecho delictivo fue la damnificada, una abuela que pertenece al barrio Vivero de Santa Lucía.
Se trata de Gladis Orozco de 62 años. Ella, como todos los días y como de rutina y por gusto, sale a andar en bicicleta por las diferentes zonas de la provincia. “Mi hijo me reta por la edad”, señaló la mujer a Telesol Diario.
Lo que nunca supo, es que este miércoles se iba convertir en una víctima de la inseguridad, pero también, en que iba a “amarrar” al delicuente hasta que llegara la Policía.
Según contó Gladis, ocurrió alrededor de las 21:30 sobre calle Scalabrini Ortíz, a metros del Easy. La mujer viajaba a bordo de su bicicleta cuando de repente un motochorro le arrebató la cartera (en su interior tenía el celular, dinero del sueldo, lentes y fotos de sus nietos e hijo) y se da a la fuga.
Ante los gritos desesperados de la damnificada, varios transeúntes que también vieron lo que pasaba, iniciaron la persecusión del malviviente.
En ese momento apareció una mujer en un auto que persiguió al sujeto y también, uno que se interpuso en su paso fue un auto espectador del robo. Este lo acorraló en la vereda y el delincuente soltó la moto para escapar a pie.
Para sorpresa de todos los que veían lo que estaba ocurriendo, Gladis agarró al ladrón hasta que llegaron los uniformados. “Lo agarré en la esquina, lo agarré para que no se escapara”, manifestó la “SuperAbuela”.
Gracias al rápido accionar de los vecinos y de la gente que pasaba, la damnificada pudo recuperar sus pertenecias.
Fuente: Telesol Diario
