Este viernes retornó a la Cámara de Diputados, después de cumplirse los dos meses de licencia que había solicitado, el legislador macrista, Eduardo Cáceres. Y tras ese regreso, suexpareja y militante del PRO quien lo denunció por violencia de género, Gimena Martinazzo, pidió que sus pares lo destituyan.
“Hoy, Eduardo Cáceres retomó sus funciones como diputado en el Congreso de la Nación. No es casual que suceda en la misma semana que el femicidio de Úrsula Bohillo, es el efecto de la misma causa: la indiferencia del Estado para con las mujeres que sufrimos violencia de género”, posteó Martinazzo en su cuenta de Facebbok. Y agregó: “Con el agravante de que un diputado de la nación es creador de leyes y, en este caso, el que las viola también”.
La sanjuanina contextualizó la situación de violencia que sufrió, con el caso de Úrsula, la joven bonaerense de la localidad de Rojas que fue brutalmente asesinada por su novio policía.
Luego sigue con su extenso escrito. “Eduardo Cáceres está procesado, es decir, la Justicia tiene semiplena prueba de su culpabilidad. Sin embargo, vuelve a ocupar la banca de los sanjuaninos y de las sanjuaninas con la misma impunidad con la que el femicida de Úrsula se paseaba libre a pesar de las 18 denuncias que radicó la victima antes de morir”, expresó Gimena. La chica de Buenos Aires había realizado esa cantidad de denuncias, pero nada de eso alcanzó para evitar su femicidio.
Martinazzo solicitó a la Cámara baja que lo destituya y utilizó un argumento legal de la norma máxima de los argnetinos. “El artículo 66 de la Constitución Nacional reglamenta la disciplina del Congreso. Otorga herramientas para la remoción de un congresista por ‘inhabilidad física o moral’. Sabiamente otorga el mecanismo para la protección de la honorabilidad de las cámaras. Pero el problema es que, en el afán de proteger a los violentos, el Estado se vuelve contra Úrsula, contra Micaela, contra mí y las cientas de miles de mujeres que día a día sufrimos el calvario de la violencia física, espiritual y psicológica. En el caso de Eduardo Cáceres falta la decisión política de removerlo. Los instrumentos están”, posteó.
En otra parte de su intervención, la expareja del diputado nacional aseguró que “ver a mi agresor legislando me causa la misma sensación de desamparo que sienten muchas mujeres cuando sus agresores violan perimetrales, son protegidos por sus compañeros de trabajo. Pero son ustedes, fundamentalmente los jóvenes, cuando se movilizan por las calles, cuando piden justicia los que me transmiten fuerza y esperanza. También los partidos, las agrupaciones y los dirigentes que me hacen llegar su solidaridad”.
Habrá que esperar si el Congreso emite alguna respuesta al pedido de Martinzzo. Por ahora no hay ninguna expresión oficial de ese cuerpo. Mientras tanto, Gimena sigue clamando por justicia.
Fuente: Telesol Diario