Denuncian a un músico de cuarteto por violencia: el relato de la víctima

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El pianista Martin Rosel, un experimentado músico de cuarteto que integró bandas como La Mona Jiménez, Trulalá, Ulises Bueno, Damián Córdoba y actualmente se desempeña en el Dúo QDa sed y la banda de El Cheto, fue denunciado ante la Justicia por su ex novia por violencia de género. La demanda menciona agresiones físicas, golpes de puño en el rostro, la cabeza y piernas y maltrato psicológico

La denuncia fue radicada el día 26 de enero en el Polo de la Mujer, donde la víctima (este medio decidió no publicar su nombre para mantenerla en resguardo), manifestó que hace tres meses que comenzaron los golpes, pero que lo calló por miedo a que le hiciera algo más grave: «Yo lo que quería hacer era resguardar mi integridad, por eso pensaba que si hacía todo lo que me pedía no me iba a pegar», relató en diálogo con Cuarteteando.

La relación de pareja inició hace cinco meses.

El primer golpe fue los primeros días de diciembre. «Volvió de un ensayo y yo estaba mal por algo familiar, le pedí que me perdone si estaba cabizbaja pero no me sentía bien y se sacó: “’Vos no sabés lo que es tener un mal día, yo tuve un mal día, vos no’, y me molió a palos en el auto», relató.

«Ese día pensé que me podía matar realmente.  Él siempre me decía que me podía matar, ese día me lo dijo: ‘Yo tendría que tirarte del auto ya, pero no voy a ir en cana por vos'», aseguró.

En la denuncia, a la que accedió este medio, consta otro episodio sucedido cuando la pareja regresaba de Studio Theater, después de un streaming con la banda en la que actualmente forma parte. En ese lugar, otro músico le preguntó si había tomado fotografías del show y ella se las mostró. Eso motivó los celos de Rosel, que la golpeó dentro de su auto en el rostro, la cabeza y en el sector de las piernas. 

«Nunca me pidió perdón por nada, al otro día hacía como si nada, yo no podía decirle que me dolía nada porque me decía no llores hija de puta, estaba totalmente deshumanizada, él hacía lo que quería conmigo y me obligaba a mantener la imagen», aseveró. Sobre ese tema, la víctima asegura que el pianista siempre se aseguró de mantener las apariencias para el entorno: le hacía tapar las marcas con maquillaje y poner una foto con él en su perfil de WhatsApp, mostrándose en redes sociales como «la pareja perfecta». 

Como suele ocurrir en los casos de violencia de género, el maltrato comenzó de manera psicológica: «Él sabía que yo sufría depresión y ansiedad. En mi familia hubo casos de abuso y hasta un suicidio por este motivo y él se presentó como un aliado y un protector en su discurso, yo pensé que era una persona diferente y empecé a relacionarme», indicó. 

«Desde el día uno me manipuló pero yo en ese momento no me daba cuenta, hasta casi el final de la relación. Yo sentía que se metía adentro de mi cabeza para que dude de mi misma, te manipulan tanto que uno pierde la objetividad, empecé a dudar si estaba mal o bien que me pegara». 

La situación de violencia en la que estaba inmersa, la hizo alejarse de todo su entorno: «Me hacía sentir que yo me equivocaba al elegir a esa gente para que esté a mi lado, para que me quede solamente con él. Los celos eran extremos, yo no tenía libertad para hacer nada, ni para vestirme como yo quería. Si me demoraba en responderle un mensaje se sacaba y siempre ponía en duda mi palabra. Me celaba con sus compañeros de trabajo, con otros músicos, no me podía ver absolutamente con nadie, no podía hablar ni con su familia, porque me hacía un escándalo», describió. 

El último episodio

El pasado 26 de enero, un último hecho motivó la decisión de realizar la denuncia y un escrache público. En una discusión, el acusado la habría golpeado violentamente y le habría «destruído el departamento». Después de irse, la víctima acudió a su familia para que la lleve a la Justicia. «Después de denunciarlo estoy como una fugitiva, porque no puedo volver a mi casaTengo miedo de que me mate, pero creo que contándolo al menos quedará el antecedente», indicó con terror.

Amenazas

Según indica la víctima, el agresor «se jactaba» con frecuencia de relacionarse con muchos delincuentes y le decía que a donde sea que se vaya, la iban a encontrar.

Además, el músico le aseguraba que tenía contactos dentro de las Fuerzas Armadas (por su pasado como militar) y que podía pedirles información de su celular sobre la gente con la que hablaba. «Casi no me dejaba usar el teléfono, me monitoreaba permanentemente y no me dejaba ni hacer pis con la puerta cerrada, me decía ‘más te vale que no me mientas porque lo voy a saber'».

En la denuncia, consta que una vez se enojó porque había cerrado la puerta y al abrirla con violencia, le hizo un tajo en el pómulo. 

El comunicado de El Cheto

El hecho fue conocido públicamente la semana pasada, cuando la víctima publicó en su cuenta de Instagram fotos y una breve descripción de lo que había pasado. Ante la rápida viralización de la publicación, desde las redes oficiales del grupo que actualmente integra Martín Rosel (en el cual ocupa un lugar preponderante como arreglador musical) emitieron un mensaje en el que manifiestan «todo nuestro apoyo y solidaridad a las mujeres que sufren cualquier tipo de violencia»

Sin embargo, aclararon que a pesar de que el episodio los «entristece muchísimo», «cuando la Justicia se expida no dudaremos en tomar todas las medidas correspondientes». 

El fin de semana, en su presentación en Margarita, Martín Rosel no estuvo presente en el escenario. «Hay mujeres que mueren esperando que actúe la Justicia», expresó la denunciante con miedo, aunque en una reflexión posterior, prefirió que fuera así: «En el fondo pensé que era mejor que no lo echaran, porque ahí no habría botón de pánico que pare la bronca y la ira que le provocaría».

La respuesta del medio

Los episodios de violencia se dieron justo en la semana del estreno de “Madre baile”, un documental dirigido por Carolina Rojo con entrevistas a distintos referentes del cuarteto realizadas por Vivi Pozzebón y en el que se reivindica el rol de la mujer dentro del género. Entre los testimonios, se encuentra el de Rosel. 

Ante la repercusión por el escrache público en redes sociales, algunos artistas de cuarteto salieron a «bancarlo» con comentarios. «Mi vida peligra y hay gente conocida, incluso mujeres, que lo defienden y se cagan (sic) de risa de lo que pasa como si yo no estuviera viviendo un infierno», expresó la víctima con dolor. «Duele la indiferencia, las burlas, la falta de empatía de la gente», remarcó, al mismo tiempo que contó que integrantes de una sola banda de cuarteto se comunicaron con ella para expresarle su apoyo.