La falta de camas y de instrumentos para el tratamiento contra el COVID hizo que un hombre sea trasladado de Calingasta hasta Caucete. Su familia acampa en la puerta del hospital para tener novedades. La solidaridad de los vecinos los ayuda a salir adelante.
Los Castillos son once hermanos que van haciendo relevos para estar enfrente del nosocomio caucetero. Ellos llegaron ahí hace más de 11 días cuando su padre se contagio de COVID, en Calingasta. Como el hospital de su departamento no está preparado para albergar pacientes con COVID y no había más camas en ningún hospital de la provincia, es que lo derivaron a Caucete. Su padre, Roberto Feliciano Castillo de 85 años está muy grave y ellos además de agradecer la solidaridad de los cauceteros, también quieren donarle plasma, pero deben esperar hasta el miércoles para tener una respuesta.
Irene es una de las hijas de Roberto que habló con Qradiosanjuan.com y contó lo que viven desde mas de una semana. Al respecto se mostró agradecida con la gente de Caucete y también con el cura párroco, por eso afirmó que «estamos todos los das acá en la puerta del hospital, lleva 15 días internado, estuvo tres días en Calingasta y después lo trajeron acá, mi papa esta grave».
Pero en medio de la dolorosa situación que atraviesan aparece la solidaridad del pueblo caucetero. Así lo marcaron las palabras de Irene Castillo, quien afirmó que «la gente nos ayudó, sin conocernos, con hielo, agua fresca, comida. El padre nos buscó un hospedaje para quedarnos de noche, por que dormíamos en la puerta del hospital. Nos quedábamos en sillas reposeras y gente que nos ofreció una carpita. Otra señora nos ofreció la llave de su casa para que vayamos. Todos los días se paran para preguntar por la salud de mi padre. Estamos inmensamente agradecidos. No tenemos el apoyo del municipio de Calingasta, eso no lo hemos recibido».
Es más desde Calingasta nos contaron que se están haciendo colectas de frutas secas y otros productos regionales para llevarles a esas personas que colaboraron a modo de agradecimiento.
Sin camas disponibles lo derivaron de una punta a la otra
La pandemia hizo estragos en el sistema de salud. En la provincia se notó mucho mas en los departamentos alejados. Calingasta es un uno de esos lugares donde a los pacientes debieron internarlos lejos de sus seres queridos para tratarlos contra el COVID. Irene cuenta lo qu les tocó vivir a los hermanos Castillo junto con Roberto: «a mi padre lo trasladaron acá por que no había camas en ningún otro hospital. El hospital de Calingasta o de Barreal no están preparados, por eso lo trasladaron a mi papá para aca».
Sin novedades hasta el miércoles
Los feriados largos no se desaprovechan. Eso parece que sucede en algunos hospitales públicos. Los Castillo quieren saber como darle un tratamiento con plasma a su padre. Pero hasta ahora lo único que lograron es una espera hasta le miércoles cuando se retomen las actividades. Irene nos cuenta que «hasta ahora no le pidieron plasma pero estamos averiguando nosotros para donarle plasma. Para eso vinierion unos sobrinos de San Luis, que tuvieron la enfermedad, para donarle y están buscando a quien preguntarle, nos dijeron que hasta el miércoles no hay nadie. Nosotros pensamos que eso va a ser una gran solución para mi papá. Llame la 107 y me dijeron que tenia que llamar a un numero pero recién la semana que viene. No se por que tengo que esperar hasta el miércoles».
Una historia de sacrificio, mucho amor y por sobre todo solidaridad. Los Castillo tuvieron un rayito de sol en medio de la tormenta que atraviesan, luego de que su padre contraiga COVID y ahora viajar tan lejos de su casa para estar acompañándolo. Pero en medio de todo ese vendaval apareció la solidaridad de los vecinos de Caucete que sin pedir nada, sin conocerlos tendieron su mano para que estos sanjuaninos tengan un alivió en medio de tanta incertidumbre. Recemos para que Roberto salga rápido de ese hospital y pueda reunirse una vez más con toda la familia que lo espera en la puerta desde el primer día.